San Luis (LaNoticia) 05-06-17. Todos sabemos que el 10 de diciembre, Andrés Vallone dejará, indefectiblemente, la Municipalidad de Juana Koslay y así le va a la pobre ciudad.
Como el intendente de Juana Koslay, Andrés Vallone, ya jugó la carta de la reelección, en la del presente año no podrá postularse, recordando que esta ciudad tiene elecciones ejecutivas en años, como este, donde en la capital son solo legislativas.
Este tema parece que hubiera relajado a Vallone en su calidad de intendente, sin que nadie le recuerde que ocupa ese cargo hasta el 10 de diciembre y hasta ese día tiene la obligación de velar por la ciudad que gestiona.
En ese sentido, se puede ver cómo los baches están pululando por toda la ciudad, teniendo en cuenta que continúa lloviendo en estas épocas, o por ejemplo en una calle del barrio Los Eucaliptos, que tiene dos grandes baches, distantes 15 metros uno del otro, debido a que la presión del agua potable revienta los caños allí. Cada vez que el caño se rompe, la laguna -con su consecuente río- aparece en plena calle, generando baches cada vez más grandes. Arreglan el caño y al tiempo la realidad demuestra que los arreglos son inútiles. Y don Vallone está lejos de ordenar que se cambie el caño en toda la extensión en que esté debilitado, para después reasfaltar la calle y así terminar de seguir poniendo parches que duran muy poco.
A pocos metros de esos baches hay otro mucho más grande, el que se puede ver en la galería de imágenes que compaña esta nota, el cual “ya va a cumplir un año sin que vengan a taparlo”, nos dijo un vecino de la zona, quien nos anticipó que están planeando hacer `una fiesta de cumpleaños´ para el bache.
En otra de las fotos, podemos ver un bache `en formación´ al lado de un badén tan mal hecho, que la zona por donde se supone debe salir el agua, es más alta que desde donde viene el agua de lluvia, y como lógica consecuencia, el badén termina siendo una laguna. Cabe aclarar que esta situación está a apenas una cuadra del bache anterior, sí ese que va a cumplir un añito de vida.
Esto ocurre en tan solo tres cuadras de una ciudad que tiene bastantes cuadras más, así es que hay que imaginar nomás, qué está pasando en el resto de Juana Koslay, mientras don Vallone decididamente está relajado esperando el día en que deje ese sillón, seguramente para utilizar otro sillón estatal, puesto que no tiene la menor idea de cómo se vive de la actividad privada.
Carlos Rubén Capella
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Imágenes: Mauricio Capella