El sexto Congreso Nacional del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil culminó con la elección de una nueva lideresa, Gleisi Hoffmann, y la exigencia reiterada a que renuncie el presidente de facto brasileño, Michel Temer.
En la clausura del Congreso estuvo uno de los fundadores del PT, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien rechazó la «persecución judicial» como parte de los «planes de la «derecha» para impedir que retome al Planalto.
«Una cosa que tenemos muy claro: este Gobierno es incapaz de gobernar, que no se hace cargo de las personas», declaró la senadora Hoffmann en su primera entrevista como lideresa del PT.
Hoffmann superó al senador Lindbergh Farias con el 60 por ciento de los votos de los 593 delegados.
En los documentos aprobados en el evento, se acordó que, en caso de la caída del mandatario, el PT presionará por unas elecciones directas y no aceptará que sea el Parlamento, como establece la Constitución, el que escoja a su sucesor.
En ese sentido, el PT ya ha presentado un proyecto de enmienda constitucional de modo de permitir esa elección directa en caso de ausencia del presidente en los tres últimos años del mandato, como es el caso.
Lula, uno de los fundadores del PT, insistió en su inocencia en una breve intervención durante la clausura del congreso.
«En cualquier lugar del mundo, la Justicia precisa tener pruebas para poder juzgar o condenar a alguien. Pero en el Brasil de hoy, es uno el que tiene que demostrar que es inocente», declaró Lula.