Nuestra cotidianeidad está muy unida a los avances tecnológicos. Gracias a la rapidez de las comunicaciones podemos conocer los nuevos descubrimientos que realizan los investigadores en todo el mundo y en todos los campos. La ciencia se pone a nuestro servicio para mejorar nuestra calidad de vida. Y también la boludez virtual de noticias de cómo un tipo que vive de ser una persona pública como el mellizo técnico de Boca se toma el tiempo para joder a un pobre laburante, cuando las cargadas son parte de la cultura del folclore futbolístico… en fin….
Y es que la ciencia está en una evolución permanente y su principal misión es que nuestra vida sea mejor.
La ciencia quiere poder explicar y predecir los fenómenos naturales y sociales. No es una tarea fácil, ya que la naturaleza está cambiando constantemente, al igual que la realidad.
Podemos recordar grandes inventos sin los cuales nuestras vidas no serían las mismas:
• A Louis Pasteur le debemos el sistema de pasteurización de la leche y el descubrimiento de la vacuna contra la rabia.
• A Alexander Fleming le debemos el descubrimiento de la penicilina, que supuso un avance importantísimo en la lucha contra las enfermedades.
• Y a Pierre y a Marie Curie, el descubrimiento de las radiaciones del polonio y el radio y su utilización, por ejemplo, en el tratamiento del cáncer.
Y como ellos muchos otros que han conseguido con sus descubrimientos que nuestra vida sea más confortable. Por ello, la ciencia y las investigaciones son fundamentales, son la base del desarrollo de la humanidad. Continuamente aparecen nuevos problemas y dificultades a los que hay que buscar solución. La ciencia está en una lucha constante.
Pero a pesar de todos estos aspectos positivos, no podemos olvidar aquellas zonas desfavorecidas donde estos avances apenas llegan: sigue habiendo epidemias, los niños se mueren de hambre y en el campo de las comunicaciones, están muy retrasados en comparación con los países desarrollados.
Y los hechos sociales siguen afectándonos, como atraviesa la tecnología a la Seguridad vial… se han invertido millones de pesos en seguridad estructural como airbag, detección de párpados caídos…. Sensores de estacionamiento… control de tracción… dirección electrónica…etc. Todos estos avances de a poco se van apoderando de las calles, pero nada puede hacer que se baje el número de accidentes y muertes en calles y en nuestras rutas del todo el territorio argentino…
Ahora bien fue tapa en todos los periódicos que la demanda y consumo de alcohol es alarmante, pero parece caer en el vacío total, dado que hoy por hoy vemos que van proliferando el neuromarketing, la neurolingüística. La neurociencias, la neuroprogramación y también dan origen al neurochanta, al neuropsicomagia…etc. A tal efecto nos olvidamos que son seres humanos los que están detrás o a los que queremos llegar con nuestros servicios, productos o simplemente con una relación humana, tengamos en cuenta lo siguiente:
En su obra El capital, Marx se encarga de justificar la influencia de la conducta social en la economía, en la política mundial.
Vigotsky planteó el uso de herramientas como los medios a través de los cuales el hombre cambia la naturaleza y, paralelamente, se transforma a sí mismo, su cerebro incluido.
Varela en una obra a mi gusto personal muy hermosa, “fenómeno de la vida afirmó: la mente no está en la cabeza… la cognición está envuelta en el mundo”. Freud, en su ensayo: “la civilización y sus descontentos” describió cómo la vida cotidiana reprime y conduce los impulsos naturales para crear el mundo civilizado.
Hoy desde nuestro espacio Clases de Manejo “San José Obrero” –clic acá para visitar nuestro Facebook– no dudamos en decir que hay una necesidad de contribuir multidisciplinaria e integradora de la relación entre cerebro y contextos sociocultural. Sin embargo mi crítica no radica en considerar que toda actividad humana transita por el cerebro para poder expresarse, se dirige a la prostitución del prefijo “neuro” para justificar evidencia científica o simplemente para vender productos falaces a una población incauta y ávida de soluciones. Neurovendedores, Neuroprogramadores y neuroconsumidores, parecen seguir viviendo el artilugio e inocente incógnita cartesiana de la glándula pineal y la obsesión por localizar el yo empírico y consciente en el cerebro.
Hoy en día, no dudo que Star Trek es una ideología y así van surgiendo o gente que quiere vivir como el zoom de Google universo, cosa que lo hacen para autoeongañarse para no asumir quiénes son… quiénes somos en realidad, porque el suscribe no es ejemplo de nada…”.
En consecuencia creo que estamos inmersos en una época dominada por el neurocentrismo, y sólo a través de “pensar en cómo pensamos”, tarea que precisamente fomenta las humanidades, podremos tener las herramientas necesarias para ser realmente libres. Hace 28 años cuando entraba en la universidad, decíamos que la información es poder. Hoy creo fervientemente que “La libertad es una forma de poder”.
Así por ejemplo la libertad de pensamiento me constituye en un ser potencialmente peligroso para las masas inmersas en la vecindad virtual que brindan las redes sociales.
Hoy las redes sociales invaden todos los tiempo, espacios y diluyen las relaciones humanas. “El añejo límite sagrado profesado por nuestros ancestros entre el horario laboral y el tiempo personal ha desaparecido. Estamos permanentemente disponibles, siempre en el puesto de trabajo”, dice. Ni hablar de la seguridad vial, es alarmante la proliferación de siniestros en solitario, gente que choca contra un árbol por ir consultando su Smartphone…
Paradójicamente el que ideó Facebook, lo hizo para ser un chico popular. “Claramente ha encontrado una mina de oro, pero el oro que él buscaba era otro: quería tener amigos”.
En conclusión nuestra apreciación personal del ser biopscosocial, tal unidad, parece empujarnos -según nos convenga- a distinciones y no a integrarnos. Integrarnos a trabajar por el bien común, en cuanto a construir calles y rutas realmente seguras. Y no imaginar que la tendencia “neuro” proporciona respetabilidad científica, eso sí, la mesa está servida, dado que un prefijo ahora es un salvavidas Los lectores ahora ya no confían en nuestro servicio, producto, técnica, teoría o método? Añade el prefijo “NEURO” Y VOILA!!!