Sólo durante los primeros tres meses del año se importaron casi cinco millones de pares de zapatillas, una cifra muy superior al desembarco de productos terminados durante el año pasado.
Entre enero, febrero y marzo llegaron 4.966.217 pares de zapatillas, es decir 1.566.711 pares más que aquellos que ingresaron durante el mismo período en 2016, lo que equivale a un aumento del 46 por ciento. Las cifras fueron plasmadas en un informe que la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) envió a El Destape.
Desde el gremio alertaron dos cuestiones graves. La primera es que la importación de partes de zapatillas para ensamblar bajó durante marzo, un indicador que puede determinar en un futuro la caída de la producción nacional y la pérdida de puestos de trabajo. La segunda es que las ventas cayeron, es decir que la industria local no sólo debe competir con lo importado, si no que es golpeada por el mercado en caída.
En total, la importación de calzado terminado durante los tres primeros meses del año subió un 46 por ciento con respecto al año pasado, mientras que la llegada de partes para ensamblar creció un 26% en el mismo período.
Este año cerró la fábrica Unisol de La Rioja que producía para la empresa Puma y dejó a 140 trabajadores en la calle. El sindicato UTICRA pelea para que no ocurra lo mismo con las fábricas que están en la provincia de Buenos Aires.
En 2016, La empresa Herzo S.A, que fabricaba accesorios para la firma Puma, cerró las puertas de su planta ubicada en la localidad de Concarán, en la provincia de San Luis y dejó a 200 familias sin sustento.