Saber qué hay en los aparatos y si se usaron el día de su muerte podría indicar motivos y mecanismos.
“Si se busca la verdad, hay que permitir que se hagan las pericias”, dijo la fiscal Viviana Fein. La funcionaria que tiene a cargo investigar la muerte del fiscal Alberto Nisman fue directa al criticar el freno que impuso la familia de Nisman al análisis de contenidos de sus elementos tecnológicos y de comunicación que incluyen computadora, tablet, celulares y agendas electrónicas. Con el argumento de la privacidad, se buscó que la fiscal no conozca sus contenidos y si efectivamente Nisman usó esos aparatos el día de su muerte.
“Estas pericias no se van a realizar tal como estaban dispuestas”, advirtió la funcionaria del Ministerio Público Fiscal que tiene a su cargo desde el domingo 18 de enero la instrucción judicial sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman. El hombre fue hallado muerto aquella noche en el baño de su departamento, ubicado en las torres Le Parc de Puerto Madero. Según remarcó Fein, el análisis sobre los aparatos puede llegar a servir para “descubrir la verdad”. Tras remarcar que “si se busca la verdad, hay que permitir que una pericia que fue encomendada se haga”, consideró que “por más que sea comprometido o no comprometido” el material que contengan los celulares y computadoras de Nisman, ella tiene “que ver todo para tamizar, para avanzar”.
El viernes trascendió que la querella había pedido a la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, que se suspendiera la pericia técnica y pusiera bajo celo el contenido de los aparatos pertenecientes al fiscal fallecido.
Sobre esta decisión, Fein apuntó que “cuando comienza esta pericia, al segundo o tercer día, llega un escrito al juzgado de la jueza (Fabiana) Palmaghini pidiendo que se modifique ese acto de pericia, que se interrumpa ahí” y remató: “Lo digo aunque moleste a las partes, pidió preservar la confidencialidad de todo lo que pueda surgir de los aparatos telefónicos y de las computadoras”.
La decisión fue tomada por la parte el miércoles a la mañana, apenas había comenzado el análisis pericial: hasta ese momento sólo se había conocido que la computadora de Nisman había sido utilizada el domingo 19 a la mañana, temprano. El dato llamativo es que el jueves, en el marco de una conferencia de prensa, la ex mujer de Nisman difundió que los peritos contratados por la parte aseguraban que el hombre había muerto el sábado a la noche. Las conclusiones generales del informe de esos profesionales daban por “científicamente probado” el homicidio. “Nisman no se suicidó, a Nisman lo mataron”, había remarcado en aquella conferencia Arroyo Salgado. Para la fiscal, la actitud de la jueza “no” fue “la más ortodoxa”: “Pidió que se haga la pericia de una forma y dos días después (de comenzarla) la frenó”.
El análisis había comenzado con varia semanas de demora debido a que las partes no acordaban sobre los detalles a trabajar en la pericia. “Muchos dicen `cómo se retrasó la doctora Fein en abrir las comunicaciones´. La doctora no se retrasó, lo que hizo es esperar las voluntades de las partes de los peritos, esperar que conciliaran sus criterios, que son los puntos de pericias, y ver qué hacía yo con puntos que no se habían incorporado”, aclaró al respecto Fein.
Pese a las consultas de la prensa, Fein evitó opinar sobre la hipótesis de homicidio de Arroyo Salgado, en nombre de la querella que comparte, por sus hijas, con la madre de Nisman, Sandra Garfunkel. “Son apreciaciones médicas y técnicas”, sostuvo, aunque calificó de “tremendas” las diferencias entre las pericias oficiales y las de la parte. No obstante, aclaró que citará a una junta médica para la realización de “una nueva pericia, donde deben participar todos los peritos, los oficiales y los de parte, para deliberar y ver si se ponen de acuerdo”.
La fiscal estimó que al ser “una causa que ha tomado una gran repercusión en las opiniones personales de cada uno”, ella sólo debe “limitarse a lo que hay en la causa”. “Si alguien me sostiene a mí que es un homicidio, bienvenido sea para la fiscal que me traigan una prueba concreta. Todos los que dicen que fue un homicidio, que me traigan una prueba. Hasta el momento, nadie arrimó nada”, remató. En ese marco, negó que se descartara esa hipótesis en la investigación que sigue, tal como acusó Arroyo Salgado durante la conferencia de prensa. “Mis palabras nunca fueron decir que no fue homicidio, sino que hay tres posibilidades”, apuntó y añadió: “No tengo claro ni establecido de manera certeza absolutamente nada: si es suicidio, homicidio o suicidio inducido. Por ahora hablamos de muerte dudosa”.
Sobre el tratamiento de la investigación a nivel mediático, la fiscal opinó que “hay mucha información que se filtra y que no sale de la Fiscalía” y sobre eso se quejó: “Todo lo que se diga en la causa equivocadamente puede confundir a la sociedad”.