El Gobierno y el pueblo de Cuba se mantienen atentos a los posibles anuncios del presidente Donald Trump con respecto a la relación y política hacia la nación caribeña.
Durante la campaña electoral, Trump prometió revisar la política y agenda de Washington hacia Cuba, subrayando que conseguiría un acuerdo mejor que los de Obama, o que tal vez podría considerar la suspensión de la apertura a menos de que Cuba haga ciertas concesiones.
Trump indicó que haría “todo lo posible para asegurar que el pueblo de Cuba pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad”, lo que para analistas debe leerse como un retroceso en los avances alcanzados durante la administración Obama.
El 3 de febrero el nuevo secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que una “revisión plena de todas las medidas de Estados Unidos hacia Cuba” estaba en curso.
“El presidente se ha comprometido a mantener una agenda para asegurar los derechos humanos para todos los ciudadanos en todo el mundo. Y, a medida que pasemos revista a nuestras medidas con respecto a Cuba, eso estará en primer plano de nuestras discusiones”, añadió Spicer.
Analistas han señalado que las posibles medidas de Trump hacia Cuba podrían llevar al retroceso diplomático y al endurecimiento del Bloqueo a través de la conocida Ley Helms- Burton para presionar a las empresas extranjeras a romper las relaciones económicas con Cuba.
La Ley Helms – Burton
El 12 de marzo de 1996, el Presidente de los Estados Unidos William J. Clinton firmó y puso en vigor la llamada Ley de la libertad cubana y solidaridad democrática de 1996, o Ley Libertad, más conocida como la Ley Helms – Bruton.
La legislación fue nombrada en honor a principales promotores, el senador (Republicano) por Carolina del Norte, Jesse Helms, y el representante (Demócrata) por Illinois, Dan Burton.
La ley establece que cualquier compañía no norteamericana que tiene tratos con Cuba puede ser sometida a represalias legales, y que los dirigentes de la compañía pueden ver prohibida su entrada en Estados Unidos.
La normativa ha sido usada por EE.UU. como medida de presión hacia las compañías internacionales. Estas debían elegir entre comerciar con Cuba o comerciar con los Estados Unidos.
Obama y la Ley Helms- Burton
Desde el anuncio conjunto de Barack Obama y el mandatario cubano Raúl Castro del 17 de diciembre de 2014, Cuba ha sostenido que para el total restablecimiento de las relaciones diplomáticas, se debía poner fin al bloqueo, la devolución del territorio ilegalmente ocupado de Guantánamo y el cese de las transmisiones de radio ilegales desde territorio estadounidense.
Los avances entre ambas naciones se han dado principalmente en el terreno político diplomático. Sin embargo, Obama dejó la Casa Blanca ostentando el récord en multas a empresas y bancos que han cometido el “delito” de comerciar o intermediar con la isla socialista haciendo uso de la ley Helms – Burton.
Desde diciembre de 2014 hasta el final de su mandato, impuso once multas por un valor de 2.843 millones de dólares. Si se computan sus dos gobiernos, fueron 52 sanciones, por 14.404 millones de dólares. Estas cifras demuestran el doble rasero de Obama hacia la nación caribeña.