El Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue impulsado por los incrementos en alimentos y bebidas, educación, y vivienda y servicios. La suba en «vivienda y servicios básicos» fue de 8,4 por ciento, a partir de alzas del 13,1 en servicios básicos y combustibles (tarifas), 9,6 en reparaciones y 2,8 por ciento en alquileres.
A su vez, «transporte y comunicaciones» mostró una suba de 2,3 por ciento, arrastrado por un incremento de 3,4 por ciento en las naftas.
La inflación oficial, que registró inclusive un aumento de precios superior a la inflación de los trabajadores, presentada el lunes pasado por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), que había registrado un aumento del 2,1 por ciento, demuestra la falta de realidad de la proyección del Gobierno, que contempló en el Presupuesto un IPC del 17 por ciento para todo 2017, en un intento fallido por poner, además, un límite a las paritarias.
Con las cifras de febrero, el primer bimestre del año ya acumuló un incremento de 3,8 por ciento, luego del 1,3 por ciento registrado en enero. En la medición del INDEC, el IPC núcleo -que despeja la incidencia de los precios regulados- se ubicó en 1,8 por ciento, acumulando en dos meses una variación de 3,2 por ciento.
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, había advertido que la Argentina se enfrentaría a tres meses «difíciles» (febrero, marzo y abril) en materia inflacionaria, y había pronosticado una meta de inflación para todo el año de entre 12 y 17, que con el 3,8 por ciento de inflación acumulada en el primer bimestre, deja un margen de un nivel promedio mensual de no más del 1,3 por ciento entre marzo y diciembre.
Los alimentos sufrieron aumentos de 1,9 por ciento, con incrementos de 6,9 por ciento en verduras, 2,8 por ciento en productos lácteos, 2,2 por ciento en productos panificados, 1,1 por ciento en bebidas. A su vez, se registraron incrementos de 1,6 por ciento en azúcar, 1 por ciento en frutas, 0,6 aceites y 0,3 por ciento en carnes.
Los gastos en atención médica sufrieron un alza de 3,3 por ciento, producto de incrementos de 4,1 por ciento y 2,3 por ciento. En tanto, los gastos en educación aumentaron 4 por ciento, con aumentos de 4,4 por ciento en servicios educativos y 2,5 por ciento en textos y útiles escolares.