“Lamentamos informar que la planta cerrará su actividad productiva”. Así, sin más explicación y a través de un simple panfleto que un vigilador privado les entregó en la puerta de la fábrica a las cuatro de la mañana, Atanor comunicó el cierre de su planta de Baradero. La empresa elabora allí distintos productos químicos y deja en la calle a 80 empleados.
Atanor es una de las principales empresas agroquímicas del país y tiene plantas en distintas ciudades, entre ellas una en Munro. El sindicato de trabajadores petroquímicos está en alerta ante los indicios de que su cierre también es inminente.
El modo en que Atanor comunicó los despidos es el mismo al que recurrió el gobierno de Mauricio Macri para anunciar las cesantías en el sector público en sus primeros meses de gestión: por medio de un cartel que los trabajadores encontraron en la puerta de ingreso al lugar en el que desempeñan sus tareas.
La empresa ni siquiera dio la cara. «Lamentamos informar que la Planta cesará su actividad productiva. Entendemos el impacto que esta decisión tendrá. No obstante, en el marco de dicha decisión, Atanor respetará y cumplirá con la legislación vigente», les comunicó en el volante que mandó a repartirles, donde consignó también: “Para mayor información con el área de recursos humanos”.
«Hay ochenta familias que quedaron sin sustento», precisó a Página/12 Néstor Carrizo, del sindicato de petroquímicos de Zárate. Atanor produce en Baradero ácido acético, acetato de etilo, acetato de butilo e isopropilo, triacetina/A2E, y anhídrido acético. En la planta trabajan 60 empleados y de manera indirecta dependen de la actividad de la petroquímica otros 20 trabajadores. En Munro trabajan unos 40 empleados.
Carrizo remarcó que “es una falta de respeto la forma en que lo comunicaron” y lo atribuyó a la insensibilidad que permiten los funcionarios del Gobierno. El dirigente sindical contó que desde hacía tiempo venían pidiendo reuniones a la empresa, pero que sus directivos eludieron el diálogo con el gremio. El último mensaje transmitido por la firma, el viernes pasado, fue que no tenía previsto cerrar la fábrica.
Tras el cierre de la planta, dirigentes del sindicato de petroquímicos se reunieron con la intendenta de Baradero, Fernanda Antonijevic, quien pertenece a Cambiemos. “Le pedimos que tomar cartas en el asunto”, contó Carrizo. Antonisevich se comprometió a hacer gestiones en el Ministerio de Trabajo bonaerense.
Carrizo explicó que la industria petroquímica sufre el impacto de las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri. “Las empresas dicen que tienen problemas de rentabilidad por la apertura de las importaciones”. El dirigente sindical citó el caso de Carboclor, una firma del sector afincada en Campana, que redujo el 35 por ciento del salario de sus trabajadores.
El concejal del Frente para la Victoria, Guillermo Olivieri, consideró “brutal” el modo en que Atanor bajó la persiana y advirtió sobre el impacto del cierre en una localidad de 40 mil habitantes, como Baradero. Olivieri remarcó que se trata de “una de las fábricas más antiguas” de esa localidad bonaerense y que “generaciones de baraderenses” trabajaron en ella. “Hay una política liberal que no mide ningún tipo de impacto de ninguna naturaleza y que solo se guía por el costo- beneficio y si implica importar elementos de otros países y cerrar la planta lo van a hacer”, señaló.
Oliveri reveló que también en Baradero “la ex Paty ya despidió a diez trabajadores hace unos días y tenemos información que evalúa que la planta ha dado pérdidas” y podría cerrar. “Allí hay 400 trabajadores”, precisó el concejal del FpV.