La Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó que la joven sea puesta en libertad luego de estar detenida más de dos años. Había tenido un aborto espontáneo, pero la condenaron en abril a ocho años de prisión por «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía».
A través de un fallo firmado por los vocales Antonio Gandur, Antonio Estofán y Daniel Posse y después de pasar más de dos años en prisión, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó que Belén sea puesta en libertad.
El máximo tribunal de la provincia contradijo las decisiones que la justicia tucumana había tomado y dispuso que las actuaciones vuelvan a la Sala III de la Cámara Penal, que emitió el fallo condenatorio, para que instrumente la liberación efectiva de la joven.
Belén había sido condenada en abril a ocho años de prisión por «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía», luego de que los jueces que la sentenciaron consideraran que tuvo a su bebé en un baño del hospital Avellaneda y que lo asesinó arrojándolo a un inodoro.
Sin embargo, lo que en verdad ocurrió en 2014 fue que llegó junto a su mamá al hospital Avellaneda de la ciudad de San Miguel de Tucumán con dolores estomacales, que fueron tratados con calmantes. Tuvo una hemorragia que los médicos diagnosticaron como «aborto espontáneo incompleto sin complicaciones». Cuando recibió el alta médica fue trasladada directamente al Penal de Santa Ester, la unidad carcelaria donde está presa desde hace 26 meses.
El proceso penal estuvo plagado de irregularidades, por lo que recibió el repudio de organizaciones a nivel nacional e internacional, que exigieron al Estado argentino que tome medidas para la inmediata liberación de Belén en virtud de las violaciones que se cometieron, sin respetar estándares internacionales de derechos humanos.