Diario brasileño devela que otro periódico tergiversó datos de una encuesta ocultando parte de los resultados.
El diario digital Brasil 247 informó este jueves que 80 por ciento de los brasileños no desean que el presidente interino Michel Temer ocupe de forma definitiva el poder y rechazan que extienda su mandato provisional hasta 2018.
La cifra representa una corrección de una encuesta realizada por Datafolha y difundida por el periódico Folha de Sao Paulo, cuyos resultados indicaban que 62 por ciento de los consultados respaldaba la convocatoria a nuevas elecciones presidenciales anticipadas.
Aparentemente, Folha excluyó una parte de la muestra y mencionó que el 50 por ciento preferían que el jefe de Estado provisional continuase en el Poder. No obstante, Brasil 247 aclaró este jueves que solo el 19 por ciento de los consultados se mostraron a favor de la permanencia de Temer.
En la información difundida por el periódico Folha de Sao Paulo tampoco se reveló que 62 por ciento de la muestra desea que se convoque a nuevas elecciones presidenciales anticipadas.
El diario Brasil 247 recordó además que, curiosamente, antes del proceso de impeachment de la presidenta constitucional Dilma Rousseff, Folha llegó a defender en un editorial la renuncia conjunta de la mandataria y Temer, proponiendo como salida unos nuevos comicios.
El responsable del blog de la Ciudadanía, Eduardo Guimaraes, consideró que la «osadía de Fatafloha o del Grupo Folha» se debió a la percepción de ambos con relación a que la aprobación del impeachment por el Senado corre riesgo».
Por su parte, el editor ejecutivo de Folha, Sergio Dávila, alegó que la omisión de algunas cuestiones contenidas en el muestreo se debe a que es decisión de la redacción del diario escoger lo que periodísticamente les resulta más relevante en el momento en que se publiquen resultados de encuestas.
En contexto
Dilma Rousseff está suspendida de su cargo mientras se estudia si es culpable de supuestamente haber maquillado los fondos públicos entre 2014 y 2015, además de «cargar» a los bancos del Estado gastos correspondientes al Gobierno.
El pasado 12 de mayo, el Senado de Brasil votó a favor del juicio político en su contra, por lo que fue separada de la presidencia por un período de hasta 180 días, en lo que es interpretado por los analistas como un golpe de Estado parlamentario contra el Gobierno progresista y un atentado feroz contra las políticas sociales.