El activista argentino y Nobel de la Paz causó gran revuelo en el Senado de Brasil al denunciar que existe un «golpe» en marcha contra la presidenta Dilma Rousseff, lo cual generó fuertes críticas por parte de la oposición que respalda al juicio político de la mandataria, que puede ser suspendida de su cargo el 11 de mayo.
La visita al Senado ocurrió luego de que el coordinador del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) fuera recibido en el Palacio del Planalto por la presidenta Rouseff.
Tras la reunión, Pérez Esquivel condenó el «golpe de Estado encubierto» en marcha en Brasil y alertó sobre sus posibles consecuencias en América Latina.
«Esto es un golpe de Estado encubierto, un golpe blando como ya se hizo en Honduras o Paraguay, la misma metodología que no necesita de Fuerzas Armadas están utilizando aquí en Brasil», dijo.
Igualmente, insistió en hacer un llamamiento «para que no se interrumpa el proceso constitucional brasileño ya que sería un daño no apenas para su pueblo sino para toda América Latina».
Según Pérez Esquivel, la «metodología del golpe blando incluye al descrédito generado por los medios de comunicación» para justificar cargos contra la presidenta.
Rousseff está acusada por la oposición en el Congreso de haber incurrido en maniobras presupuestarias, lo cual según el gobierno no configura delito y forma parte de un «golpe».
Pérez Esquivel también alertó sobre las consecuencias que la asunción del vicepresidente en rebeldía Michel Temer podría causar en las relaciones sudamericanas, entre los bloques como el Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Más tarde, Pérez Esquivel cruzó la calle y fue hasta el Senado federal, donde causó gran revuelo. Invitado a decir unas palabras por el senador Paulo Paim, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y ocasional presidente de la sesión, Pérez Esquivel repitió la palabra «golpe» y comparó la situación en Brasil con la destitución de los presidentes Manuel Zelaya de Honduras y Fernando Lugo en Paraguay.
«Espero que salga lo mejor de este recinto para el bien de la democracia y la vida del pueblo de Brasil», dijo el dirigente de derechos humanos.
Una vez fuera del edificio, Pérez Esquivel fue repudiado por los opositores: El senador Ataídes Oliveira, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), dijo que fue un ataque «a la soberanía» brasileña.
«Estoy indignado con lo que ocurrió en este parlamento, pido que retiren la palabra golpe de las actas», sostuvo el legislador, a lo que el oficialista Paim defendió haber convocado a Pérez Esquivel a «apenas decir unas palabras» por tratarse de una personalidad política mundial.
El derechista Demócratas también reaccionó con el jefe del bloque, Ronaldo Caiado, miembro de la Comisión de Juicio Político contra Rousseff.
«Esto no fue casualidad. No podemos ser sorprendidos por este montaje premeditado. Este señor (por el Nobel argentino) vino a hacer una estrategia», sostuvo Caiado.