Lo planteó Myriam Bregman, y el FPV respaldó. “No hay proyecto, ¿Qué quiere que vote? No jodás”, gritó Monzó.
El primer informe de gestión del jefe de Gabinete, Marcos Peña, arrancó con un fuerte cruce entre los diputados por la negativa de Cambiemos a tratar un proyecto de Myriam Bregman para repudiar el «golpe institucional» a Dilma Rousseff en Brasil.
Tras un minuto de silencio en memoria del diputado radical Gerardo Bellocq, que murió ayer en un accidente de tránsito, los diputados se trenzaron en una pelea luego de que Bregman pidió una moción de orden para repudiar la situación en Brasil, y el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, lo rechazó de plano.
Monzó se mantuvo así en la línea de todo el Gobierno nacional que desde hace semanas evita respaldar explícitamente a Dilma y se limita a decir que apoya “las instituciones” de Brasil. Es una forma sutil de admitir que no se condena el impeachment contra la mandataria del país vecino, principal socio político y comercial de Argentina.
Ante las quejas de Bregman, respaldadas por el kirchnerismo, Monzó aclaró que no había ningún proyecto presentado. Entonces, la legisladora del PTS se acercó casi corriendo y le entregó el texto.
“No hay un proyecto, no tiene fundamentos, no está firmado siquiera. No hay proyecto, diputada”, se quejó Monzó, ya bastante molesto ante los gritos de Bregman y de buena parte del Frente para la Victoria. “No hay proyecto, ¿qué quiere que vote diputada?”, le gritó a una legisladora del FPV.
El jefe del bloque K, Héctor Recalde, pidió la palabra y quiso apurar a Monzó. “La moción de orden no se discute, se vota”, lo corrió. “No tengo el proyecto”, respondió el presidente de la Cámara, apurado para hacer ingresar a Peña, que esperaba.
Luego, pidió la palabra el titular del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, y le puso más pimienta a la polémica. El radical reclamó “un mínimo de grado de sensatez” a sus colegas y aclaró que “no se pueden tratar cosas traídas de los pelos” por tratarse de una sesión informativa del jefe de Gabinete y que el reglamento no contempla mociones de orden.
“Las picardías las hacen en otro lado”, chicaneó el cordobés, luego de enrostrarle a Bregman y el kirchnerismo no haber leído el reglamento, que sostenía en su mano. Tras dar por cerrada la discusión, Negri creyó que tenía el micrófono cerrado y lanzó al aire: “andá a cantarle a Gardel”. Un ratito después, se disculpó: “pido perdón a los colegas si levanté la voz”.
En su enésimo intento por dar por cerrada la discusión para hacer entrar a Peña, Monzó le negó la palabra a un integrante del Frente para la Victoria y también creyó que tenía cerrado el micrófono, cuando pidió: “no, no, no. No jodás”. Alterado, presentó al jefe de Gabinete como «diputado Peña».
Más tarde, el kirchnerista Guillermo Carmona insistió con el pedido, y Negri volvió a cruzarlo. La massista Graciela Camaño, siempre apegada a los reglamentos, dijo que su bancada estaba a favor de repudiar el “bochorno” en Brasil, pero “no corresponde que hagamos mociones de ninguna índole, lo sabemos todos”.
El peronista José Luis Gioja respaldó la posición de Bregman y “la compañera Camaño”, e intentó que Peña iniciara su exposición hablando sobre Brasil. El jefe de Gabinete se negó.