«Hoy avanzamos con mayor esperanza hacia el fin definitivo del conflicto armado en Colombia (…) es una paz completa que por fin se muestra posible», aseguró Santos.
El presidente de Colombia asomó la posibilidad legal de que el ELN se convierta en un movimiento político y, además, dijo que las víctimas serán prioridad en las negociaciones.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó que las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) traerán como resultado una paz más duradera y estable.
Santos comentó que el paso dado este miércoles por el ELN es parte del reconocimiento de buscar la paz definitiva en la nación, al referirse a la firma de la hoja de ruta acordada por el grupo insurgente con la delegación del Ejecutivo colombiano en Caracas (capital venezolana) tras dos años de negociación exploratoria.
«Si alcanzamos la paz será el fin de las guerrillas en Colombia», resaltó.
Las conversaciones públicas que sostendrá el Gobierno colombiano con el ELN tendrán una naturaleza muy distinta al proceso de La Habana, por el hecho de ser organizaciones diferentes y, además, porque «estamos en momentos con otras características», agregó Santos.
El mandatario comentó que desean promover procesos de participación de la sociedad en las regiones que sirvan de base para acordar con el ELN medidas que contribuyan a la construcción de la paz.
Asimismo, buscarán la manera para que el ELN se convierta en movimiento político.
Las víctimas del conflicto serán el centro de las conversaciones y garantizó que reconocerán sus derechos a la verdad, la justicia y a la no repetición.
Santos destacó que la agenda pautada con el ELN no incluye la negociación del sistema económico, político, el régimen de propiedad privada, ni mucho menos la doctrina militar o de las fuerzas públicas, algo que también se acordó con las FARC.
Ambas partes coincidieron en que la paz es el bien supremo de la nación.
Entre los temas del acuerdo se incluye la necesidad de crear planes y programas que busquen la transformación de la nación suramericana y se espera recoger propuestas específicas para responder a los temas más relevantes de la región.
Estos programas alternativos especiales estarán dirigidos principalmente a territorios donde prevalecen acciones ilegales por presencia del narcotráfico y la minería ilegal.
Santos comentó que «la paz no puede ser ni será jamás un paz armada», por lo que espera que las conversaciones que se realizarán en Ecuador avancen primeramente con «la liberación de las personas secuestradas».
Aprovechó la oportunidad para agradecer a Noruega, Brasil, Venezuela, Chile, Cuba y al próximo anfitrión, Ecuador, por su apoyo al proceso.
«Con este paso avanzamos de manera decidida a una paz completa que valore la integridad (…) mi compromiso es con la paz (…) que liberará todo el potencial que tenemos como nación», aseguró Santos, tras destacar que la perseverancia será la clave.
En contexto
Colombia comenzó un proceso de paz en el 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias Ejército del Pueblo (FARC-EP) con quienes han logrado grandes avances en la materia.
El 23 de septiembre pasado, las FARC-EP y el Gobierno de Colombia lograron un acuerdo parcial en el proceso de paz que se discuten en La Habana, Cuba.
Allí fueron preacordados 10 puntos, entre ellos la dejación de armas por parte de las FARC-EP, instauración de un Tribunal de Justicia Transicional, respuesta a las víctimas del conflicto, investigar y dar con los responsables del Ejército, la insurgencia o grupos paramilitares; dar amnistía en algunos casos y cese al fuego.
Fuente TeleSUR