El Partido Izquierda Unida demandará por la vía penal al presidente del gobierno español por haber firmado en acuerdo entre la UE y Turquía sobre los refugiados que llegan a territorio europeo procedentes de siria y otro países en guerra.
Alberto Garzón, vocero del partido de izquierda, afirmó que al suscribir ese pacto, Rajoy y su gobierno «incurrieron en varios delitos penales» como la denegación de socorro y trato inhumano y degradante hacia los refugiados, quienes se encuentran en situación de riesgo.
Para los demandantes, el acuerdo en cuestión vulnera acuerdos internacionales como la Convención de Ginebra para los Refugiados, la Carta Social Europea y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, además del Código Penal español.
La querella será presentada ante el Tribunal Supremo español, dado que Rajoy y el resto de funcionarios -igual que otros funcionarios públicos en España- son aforados, lo que quiere decir que por ejercer una determinada responsabilidad son juzgados por un tribunal distinto al del ciudadano común.
El abogado especialista en derecho humanos Gonzalo Boye, quien está detrás de la querella de IU, indicó en conferencia de prensa junto a Garzón en el Congreso de los Diputados, que el acuerdo entre la UE y Turquía sobre refugiados en la práctica ampara la deportación y traslado forzoso de personas que gozan de «especial protección» por huir de conflictos armados.
Algunos de estos delitos implican penas de cárcel -en algunos casos elevadas- e inhabilitación, aunque los demandantes aún no concretaron cuál será su pedido al respecto.
El polémico acuerdo sobre refugiados establece que todo inmigrante que llegue a las islas griegas será devuelto a territorio turco si no tiene derecho de asilo, sino no lo solicita o si su pedido es inadmisible porque debió hacerlo previamente en Turquía, país que la UE considera «seguro».
El acuerdo, en principio, no se aplicará a las cerca de 50.000 personas que se encuentran varadas en Grecia y que no tienen posibilidades de seguir adelante por la «ruta de los Balcanes», debido al cierre de fronteras en el camino hacia los países ricos de Europa que en el último año han emprendido más de un millón de refugiados en busca de asilo.