El gobierno del presidente Macri no tiene mayoría legislativa como para poder aprobar leyes que entiende le son necesarias. Eso lo lleva a dialogar y acordar apoyos con otras fuerzas partidarias. Claro está que en nuestra política eso de acordar se dice negociar. Vos me das… yo te doy. Y si así no alcanza vienen los aprietes.
Justamente estamos asistiendo en San Luis, a una de esas negociaciones. Macri necesita de los votos legislativos que dice controlar Adolfo Rodríguez Saá, quien pide a cambio (entre otras cosas) poner los rectores organizadores de las universidades nacionales de Villa Mercedes y Comechingones. A tal punto la exigencia que hizo meter marcha atrás en las designaciones ya hechas para esas casas de estudio con docentes de experimentada y rica carrera docente y militancia en el radicalismo provincial.
Los hermanos RS propusieron para rector organizador de la UNViMe al Dr. Roberto Schwartz, actual ministro de salud en el gobierno de Alberto RS. Propuesta que generó fuerte y fundada oposición en la UCR y en el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional).
La respuesta provincial primera fue la de un apriete: dar por terminado el convenio por el cual cedía en préstamo parte de un edificio para el funcionamiento de la UNViMe. No sería de extrañar una escalada de otras medidas hasta lograr su objetivo.
Para ser rector de una universidad nacional, según el Art. 54 de ley 24521 de Educación Superior se requiere SER O HABER SIDO PROFESOR POR CONCURSO DE UNA UNIVERSIDAD NACIONAL.
Lo que a su vez exige una carrera en la docencia en la que permanentemente se evalúan los estudios de pos grado, formación académica, carrera docente, formación de recursos humanos, investigaciones.
Cuestiones todas éstas en las que el Dr. Schwartz no tiene mucho que mostrar. No ha hecho carrera en la docencia universitaria, no se sabe de sus posgrados, ni de sus investigaciones. Tampoco de experiencia alguna en participar de la conducción de una facultad o universidad, aunque sea en cargos menores.
No desmerezco al Dr. Schwartz, simplemente señalo que él en lo profesional eligió otro camino muy distinto al que ahora aspira.
A su vez la ley 24521 en su Art. 49 le otorga al rector organizador todas las responsabilidades inherentes al rectorado, más las propias del Consejo Superior.
Con todas esas responsabilidades un rector organizador no puede carecer de la especializada formación que tienen los profesores universitarios, ni la experiencia en la vida universitaria actual. Formación y experiencia a su vez, evaluadas. Porque la UNViMe ya tuvo una mala experiencia con la designación por vía partidaria de la Dra. Ciuffo.
Para organizar una nueva universidad nacional, quien lo haga debe saber muy bien de qué se trata. Y no se hace desde lo político con obediencia partidaria; sino desde la política universitaria que incluye lo legal, lo académico, lo científico y lo administrativo, todo a su vez debidamente evaluado. De lo contrario, ¿cómo hace un organizador para exigir al resto las condiciones qué él mismo no reúne?
Organizar una universidad nacional no es soplar y hacer botellas, es tarea delicada y muy especializada, no apta para neófitos.
Lo que vale para una universidad organizada vale también para una universidad a organizar. Para ser rector organizador de una universidad nacional, es imprescindible tener el requisito del Art 54, sin vueltas ni rebusques. Desde el rodríguezsaaísmo responden diciendo que tratándose de un rector organizador es posible una designación política como la que proponen.
Lo cual nos pone ante una más de las interpretaciones antojadizas que los hermanos Rodríguez Saá hacen de las leyes. Y si una interpretación así no les es suficiente, acuden sin rubor alguno a violar las leyes y la misma constitución. Como lo vienen haciendo impunemente con los gobiernos municipales y la defensoría del pueblo por ejemplo.
Tras esta puja está la firme intención de Alberto RS de tener una carrera de medicina en Villa Mercedes, aunque también en su reciente campaña electoral la prometió a La Punta y a Quines. Si tanto interés tiene, podría ir mejorando los servicios de salud provinciales para que los futuros alumnos puedan hacer sus residencias en buenos centros, con toda la tecnología y una amplia y permanente dotación de buenos profesionales.
Sabiendo que una carrera de medicina es cara y complicada, le pasan la pelota a la Nación. Pero poniendo ellos las condiciones.
En el marco de las necesidades que tiene el gobierno de Macri, entiendo y acepto que sean los hermanos Rodríguez Saá los que propongan los nombres de los rectores para las universidades nacionales de Villa Mercedes y Comechingones. Pero que lo hagan en el marco de la legislación nacional, según lo dicho por Alberto Rodríguez Saá a la policía provincial en diciembre pasado “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”.
Si finalmente los Rodríguez Saá se salen con la suya, seremos testigos de un nuevo triunfo del feudalismo corrupto sobre la república.