Trabajadores de la aviación civil de Brasil protagonizaron una huelga de dos horas en los aeropuertos de 12 capitales de Estado, en reclamo de una recomposición salarial del 11 por ciento, medida que obligó a la cancelación de cien vuelos.
La huelga de pilotos y comisarios de a bordo se extendió de 6 a 8, según informó la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), y podría extenderse durante el fin de semana de Carnaval.
«La medida fue un éxito, pero las empresas siguen negándose a responder a nuestras demandas de recomposición salarial del 11 %», declaró el titular del Sindicato Nacional de Aeronautas, Antonio Castanho.
Los trabajadores solicitan un incremento salarial de acuerdo al aumento de la inflación y rechazan la propuesta del Sindicato Nacional de las Empresas Aéreas (SNEA), que representa a las aerolíneas TAM, Gol, Azul y Avianca, de recibir un ajuste salarial por etapas.
La Federación Nacional de Trabajadores de la Aviación Civil (Fentac) informó de que los representantes de los trabajadores decidirán en asamblea si extienden la huelga a los feriados de Carnaval, que comienzan el viernes y que provocan una gran afluencia de pasajeros en todos los aeropuertos.
En un comunicado, el SNEA detalló que desde el inicio de las negociaciones con el sindicato fueron presentadas seis propuestas, todas rechazadas.
El Sindicato de las Empresas Aéreas alegó también que 2015, año marcado por la crisis económica en Brasil, fue uno de los peores en la historia de la aviación comercial del país.
De acuerdo con los datos de Aviación Nacional de Aviación Civil (Anac), entre enero y septiembre de 2015 las compañías aéreas acumularon un perjuicio neto de 3.700 millones de reales (unos 929 millones de dólares).
Por otra parte, el opositor Partido Popular Socialista responsabilizó al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff por «este caos aéreo que vivimos en los aeropuertos, ni siquiera se ha designado a un nuevo ministro de Aviación».