San Luis (LaNoticia) 03-02-16. Ayer los beneficiarios del Plan de Inclusión Social (PIS) volvieron a protestar frente a la ex Colonia Hogar.
Los beneficiarios fueron recibidos por la ministro de Inclusión Social, Alida García Peanú, tal como había ocurrido el lunes, quien en ningún momento pudo hilvanar media frase que pudiera darle conformidad a quienes allí se manifestaban. “Acá quieren terminar con el Plan”, decían a coro varios integrantes del PIS, mientras que una mujer joven fue más que clara cuando dijo “lugares de trabajo tenemos, venimos trabajando desde hace años, solo necesitamos estabilidad y no capacitaciones”. Y es lógico, quienes vienen inscriptos en el plan desde 2003, ya han pasado por varios lugares de trabajo, desde la parcela junto a ríos y rutas, hasta oficinas públicas sin que nadie señalara que necesitaran capacitación. Por el permanente tartamudeo de García Peanú intentando explicar lo inexplicable, se nota con demasiada facilidad que el gobierno ya no desea mantener este plan que para lo único que sirvió durante todos estos años, fue para que las estadísticas de desempleo obtuvieran un `dibujito´ casi perfecto.
Tal como lo anticipáramos en la edición de ayer, son más de 7.000 ciudadanos los que aún continúan con el beneficio del PIS y al parecer ya no hay presupuesto para sostenerlo o no hay deseos. Alguna vez, cuando Alberto Rodríguez Saá `inventó´ el PIS sostuvimos que estaba creando un monstruo que le iba a despertar de manera violenta a algún gobierno venidero. Lo que nunca pensamos, es que fuera a su propio creador a quien se le despertara.
Lo que están reclamando estos trabajadores, entre otras cosas, es que las cooperativas que se formaron durante la gestión Poggi, hoy no tienen trabajo y al haberse tenido que inscribir en la AFIP, no solamente se les generó desempleo sino también deuda tributaria. Otro reclamo concreto que se le espetó en la cara a la mismísima ministro, es que en el Ente Control de Rutas, a los integrantes del PIS se les abonaba el básico del plan más 6.000, plus que dejarán de cobrar al no pertenecer más a ese ente gubernamental. Uno de los manifestantes dijo que él arreglaba tractores y máquinas cortadoras de pasto, por lo que preguntó para qué le serviría una capacitación administrativa, si él ya estaba haciendo bien su trabajo. Ante este comentario, la ministro no supo qué responder.
La intención del gobierno es aprobar una nueva ley de empleo que obligue a la actividad privada a dar estabilidad a los empleados y así poder pasar la mayor cantidad de beneficiarios del PIS al sector privado.
Carlos Rubén Capella
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