Lo pidió durante una reunión con juristas que la defienden contra el juicio político, en el Palacio Planalto, en Brasilia.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pidió al Congreso que cancele un receso de verano en enero para debatir rápidamente una solicitud de juicio político en su contra, en momentos en que sus aliados sostienen que la mandataria cuenta con suficiente apoyo legislativo para bloquear el proceso.
Rousseff dijo además que no tenía razones para desconfiar de su vicepresidente, Michel Temer, quien asumiría el poder en Brasil si la mandataria es sometida a una impugnación pero no ha dado a conocer públicamente su postura sobre el eventual juicio político.