Cientos de miembros del grupo extremista Estado Islámico, entre ellos algunos de sus principales líderes y sus familias, comenzaron a huir de su bastión sirio de Al Raqqa en busca de refugio en la ciudad iraquí de Mosul tras los recientes bombardeos rusos y franceses, informaron funcionarios y testigos iraquíes.
La intensificación de los bombardeos contra Al Raqqa, en el noreste de Siria, en respuesta a los atentados del pasado viernes en París, que dejaron 129 muertos y más de 360 heridos, forzó este precipitado desplazamiento a Mosul, donde los expertos vaticinan que tendrá lugar «la batalla decisiva» contra el EI.
Los líderes de la organización yihadista, muchos de ellos extranjeros, llegaron al feudo del EI en Irak en varias tandas, según explicó el jefe del comité de seguridad de la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul, Mohamed al Bayati.
El jefe de la principal gestión operativa del Estado Mayor ruso en esta región, el coronel general Andrei Kartapolov, informó por su parte que por las grandes pérdidas sufridas por los yihadistas y la imposibilidad de enterrar a sus compañeros de armas, «los comandantes del EI tomaron la decisión de tirar los cuerpos de los yihadistas a los desagües».
Esta semana, fuerzas aéreas de Rusia intensificaron sus ataques contra el EI con bombarderos estratégicos Tu-160, Tu-95 y Tu-22 y cazabombarderos Su-34, que martillaron posiciones de la organización con bombas inteligentes y misiles de crucero tanto desde el territorio sirio como desde el mar Caspio.
En Mosul también buscaron refugio decenas de líderes yihadistas procedentes de las provincias iraquíes de Al Anbar y Saladino, blanco de ofensivas de las fuerzas gubernamentales.
El analista militar iraquí Amr al Yusef calificó como «normal» este desplazamiento de Al Raqqa a Mosul, ya que las dos ciudades forman parte del «califato» que el EI proclamó a fines de junio de 2014 en los territorios contiguos que domina a ambos lados de la frontera sirio-iraquí.
En Raqqa, la aviación de la coalición internacional bombardeó hace dos días una casa en manos de miembros del EI y mató a un cabecilla yihadista, su mujer y tres hijos.
La aviación iraquí lanzó miles de folletos sobre Mosul para advertir a sus residentes de que las tropas van a lanzar próximamente una ofensiva sobre la localidad para expulsar al grupo islamista radical.
Al Bayati aseguró que «la batalla decisiva (contra el EI) tendrá lugar en Mosul», que será la última ciudad en ser liberada tras Al Raqqa y Ramadi, la capital de la provincia iraquí de Al Anbar.
Las fuerzas de seguridad iraquíes bloquearon todos los accesos a Mosul y esperan la orden para lanzar su ofensiva próximamente y recuperar la urbe, dijo el responsable de seguridad de Nínive.
En la última semana, los yihadistas perdieron también la localidad de Sinyar, en Nínive, recuperada por las fuerzas kurdas, o «peshmergas» y milicianos de la minoría religiosa yazidí, mayoritarios en esa ciudad.
Las noticias de una inminente operación para deshacerse del EI infunde ánimos en muchos habitantes de Mosul tras un año y medio de represión yihadista, bombardeos, cortes de electricidad y escasez de alimentos, agua y medicamentos.