Directivos de empresas productoras y de servicios se reunieron en Buenos Aires con representantes sindicales de Chubut para avanzar en una agenda urgente: cómo hacer que los trabajadores resignen algunos de los beneficios que obtuvieron con los altos precios del petróleo para evitar un desplome de la actividad en el contexto actual, signado por valores mucho más bajos.
Las negociaciones se estructuraron en tres comisiones que trabajaron sobre los siguientes ejes: tasa de ausentismo laboral, jubilación de trabajadores ‘jubilables’ y cantidad de horas de trabajo computadas por los servicios especiales.
El ausentismo laboral es uno de los índices que presiona al alza de los costos. En Chubut, el principal productor de crudo del país, asciende al 13 %, tres veces por encima de la media a nivel internacional, que ronda el 4/5 por ciento. Desde el sindicato de trabajadores petroleros de base de la provincia patagónica admiten que existe un problema.
“Cada operario debe ser responsable de cuidar su propio puesto de trabajo. El sindicato va a defender los intereses de los trabajadores que les interesa trabajar. Pero al mismo tiempo queremos defender la inversión en la región para evitar que haya despidos. Sabemos que hoy el nivel de ausentismo es demasiado alto”, reconoció Jorge ‘Loma’ Ávila, titular del gremio de Chubut.
Hasta el momento, directivos de las empresas petroleras se reunieron con líderes sindicales de Chubut, pero ahora se juntarán por primera vez con representantes gremiales de Neuquén, la otra gran provincia petrolera. La intención, en el caso de Chubut, es suscribir un acuerdo marco definitivo la semana que viene, el 10 de febrero. En la provincia esperan que para esa fecha el Gobierno oficialice un nuevo programa de estímulo a la producción y exportación de crudo, que fue anunciado en diciembre pero que aún no fue publicado en el Boletín Oficial. “Es una iniciativa clave para garantizar la continuidad de la inversión en la cuenca del Golfo San Jorge”, admitió Ávila.
En cuanto a la discusión en torno a la edad jubilatoria de los operarios petroleros, las cámaras empresariales identificaron en Chubut al menos 500 trabajadores en condición de jubilarse, con más de 50 años y 25 años de servicio (aportes). Son salarios significativos, en buena medida como resultado de la antigüedad. Superan, en algunos casos, los $ 100.000 mensuales. “La intención es que, en una primera etapa, su jubilen 100 trabajadores que hoy son ‘jubilables’ para permitir también que se incorporen nuevos trabajadores”, indicaron allegados a las cámaras. El sindicato accedería a ese planteo de los privados.
El punto más álgido de la negociación gira en torno a la cantidad de horas empleadas por los servicios especiales (cemenetación, fractura, perfilaje e intervención, entre otros). Las empresas de servicios, nucleadas en la Ceope, advierten sobre la necesidad de recortar la cantidad de horas hombre que demanda la ejecución de esos servicios. Es un ítem clave para garantizar la rentabilidad, por caso, de los proyectos de estimulación hidráulica en yacimientos no convencionales.
Sin embargo, Ávila señaló que “las empresas también deberán mejorar su performance, incorporando equipos y ordenando la operación”. “Al haber tanta competencia entre las pocas compañías que ofrecen servicios especiales, establecen horas de llegada del personal que en la mayoría de los casos terminan siendo con mucha antelación al comienzo específico de la tarea. Así, por ejemplo, los trabajadores arriban a la locación a las 10 de la mañana, pero recién empiezan a operar a las 5 de la tarde. Esas horas perdidas por una mala planificación de las empresas son responsabilidad de los privados”, cuestionó Ávila.
Las negociaciones marchan bajo la presión que pone sobre el empleo la crisis internacional del crudo y con la venia de la Casa Rosada, que respaldó el pedido de las empresas motorizado, en primer lugar, por Miguel Galuccio, presidente de YPF.