La presidenta de Chile admitió «que hemos cometido errores» y lamentó «no hacer las cosas mejor», a la vez que llamó a mantener la unidad del bloque oficialista Nueva Mayoría, durante la conmemoración del 27 aniversario del plebiscito que puso fin a la dictadura de Pinochet.
«Es cierto que hemos cometido errores y los hemos reconocido, lamentamos no hacer las cosas mejor», enfatizó la mandataria ante unas 7.500 personas que abarrotaron el Teatro Caupolicán, donde se realizó la ceremonia.
Bachelet aseguró que «en estos primeros 18 meses (de la Nueva Mayoría) hemos realizado cambios de magnitud históricas, largamente esperados y que hoy son una realidad», en alusión a las grandes reformas que su gobierno ha planteado y por la que ha sufrido la fuerte oposición del empresariado.
La presidenta fue la única oradora del acto, organizado como un apoyo explícito que llega en momentos en que no pasa por su mejor momento político y cuando ha bajado significativamente en las encuestas.
La mandataria destacó la instauración de un sistema electoral proporcional e inclusivo, que reemplaza al sistema binominal impuesto por la dictadura para asegurarse peso político, el inicio de la reforma educacional que ya tiene aprobada la ley de inclusión para los colegios; el acuerdo de unión civil «y la eliminación del cobro del cinco por ciento de Salud de nuestros adultos mayores», entre otros temas.
A tono con el sentido de la convocatoria, en las pantallas gigantes instaladas en el lugar se podía leer «Presidenta cuente conmigo».
En referencia al aniversario del plebiscito que decretó el fin de la dictadura de Pinochet, la mandataria socialista sostuvo que hoy «es un día imborrable que marcó nuestra historia».
«(El plebiscito) selló nuestra unidad», subrayó Bachelet en alusión a los colectivos políticos que votaron por el No y que ahora forman parte de la Nueva Mayoría. «Y esa victoria no es solo nuestra sino de todo el país», enfatizó.
Flanqueada por todos los presidentes de los partidos políticos y algunos ministros, la mandataria afirmó que «tenemos razones para estar orgullosos, pero que no tenemos que darnos por satisfechos», ya que se requiere mantener la marcha de las reformas.
«No estamos en la vereda del frente de los cambios, y tenemos las responsabilidad de perseverar, la unidad de los demócrata progresista no es flor de un día», sostuvo.
Afirmó que lo que viene ahora para su gobierno y la coalición es «trabajar con más energía y disciplina» con el fin de asegurar que se requiere culminar la reforma educacional, «la gran tarea de nuestro Gobierno».
Bachelet añadió que debe trabajar para devolver el dinamismo de la economía chilena, bastante alicaída en los últimos meses, enfrentar el tema de la delincuencia, concretar la reforma laboral y seguir sin claudicar en la agenda pro transparencia.
«Debemos enfrentar un escenario económico internacional complejo que limita nuestro margen de acción. Estamos plenamente conscientes de ello y ya estamos actuando en consecuencia, hemos presentado un presupuesto prudente y responsable (para el 2016), que nos permite seguir progresando y asegurando los derechos y el gasto social».
Como corolario de su intervención, la presidenta recordó que «iniciaremos en breve un proceso constituyente que parta de la propia base social», en referencia a la creación de una nueva Carta fundamental.