Rusia rechazó denuncias de haber provocado víctimas civiles, en medio de nuevas acusaciones desde Estados Unidos de que los aviones rusos golpearon a grupos rebeldes apoyados por Washington y no a los yihadistas del Estado Islámico (EI).
En medio de crecientes preocupaciones por un conflicto en expansión que ya ha atraído a las aviaciones de Estados Unidos y Rusia, los países con los Ejércitos más poderosos del mundo, Washington anunció que inició contactos a nivel militar con Moscú para evitar encontronazos y accidentes en Siria.
En el Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, desmintió informaciones de víctimas civiles en Siria como consecuencia de los ataques aéreos rusos en apoyo al gobierno de su par Bashar Al Assad.
«Estamos listos para este tipo de ataques informativos. La primera noticia sobre víctimas entre la población civil apareció antes de que despegaran nuestros aviones», dijo Putin en una intervención en vivo por la TV.
En Estados Unidos, el vocero del Pentágono, Peter Cook, anunció que ayer comenzaron conversaciones militares con Rusia para evitar incidentes entre los aviones rusos y los de la coalición liderada por Washington que desde el año pasado ataca posiciones del EI en Siria e Irak.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, aseguró que su país y la coalición encabezada por Estados Unidos «coinciden completamente» en los blancos de los bombardeos en Siria.
Lavrov agregó que Rusia cree que sus bombardeos en Siria «están en línea con la ley internacional» por haber sido solicitados por Al Assad, luego de que Putin calificara esta semana de «ilegales» los bombardeos de la coalición estadounidense por no tener aval de la ONU ni de Damasco.
Estados Unidos y sus aliados temen que Rusia, que ha apoyado a la familia Al Assad desde que el padre del actual presidente estaba en el poder y que tiene una instalación naval en la ciudad costera siria de Tartus, esté usando sus ataques como pretexto para apuntalar las defensas de su gobierno, no para eliminar al EI.
En Washington, el senador republicano John McCain, un fuerte crítico de Rusia, dijo que algunos de los bombardeos rusos estuvieron dirigidos contra grupos rebeldes respaldados por la CIA que combaten a Al Assad, haciéndose eco de denuncias de activistas y opositores de dentro y fuera de Siria.
McCain, presidente de la Comisión de Asuntos Militares del Senado, dijo a la cadena CNN que podía «confirmar absolutamente que hubo ataques contra el Ejército Libre Sirio o contra grupos que han sido armados y entrenados por la CIA, porque tenemos comunicación con gente de ahí».
Según dijo el Ministerio de Defensa ruso, más de 50 aparatos, entre aviones y helicópteros, participan en bombardeos contra centros de mando y arsenales del EI en zonas montañosas de las provincias centrales de Homs y Hama y en la norteña Idleb.
Idleb está controlada por una coalición de grupos islamistas liderada por la filial local de Al Qaeda, el Frente Al Nusra, que también es blanco de los bombardeos de la coalición estadounidense.
En la jornada de ayer los aviones SU-24M y SU-25 «efectuaron ocho asaltos contra cinco objetivos del EI», explicó el general Igor Konashenkov, portavoz castrense ruso, en su parte militar vespertino.
En la conferencia de prensa, el vocero militar mostró a los periodistas imágenes grabadas por drones en las que se puede ver cómo un proyectil ruso destruye un edificio de hormigón que acogía un centro de mando del EI y, según Konashenkov, mata a todos los combatientes en su interior y en los alrededores.
Dimitri Peskov, vocero de Putin, dijo que Rusia está yendo detrás del EI y de una «lista» de otros grupos.
Cientos de islamistas de la república rusa de Chechenia y de países de Asia Central fronterizos con Rusia han viajado a Siria para unirse a la insurgencia desde los primeros días de la guerra iniciada en 2011.
Muchos de ellos forman la columna vertebral del Frente Al Nusra y del EI, y algunos de ellos son comandantes de la coalición de grupos rebeldes que controla Idleb.
Estados Unidos y Rusia están de acuerdo en la necesidad de pelear contra el EI pero no en el futuro de Al Assad.
Washington acusa al presidente sirio de ser responsable de la crisis y cree que su renuncia es esencial para resolver el conflicto, mientras que Putin dice que esto es inviable y que es un «gran error» no apoyarlo.
Rusia va detrás del EI y de otros grupos, muchos compuestos por islamistas chechenos que se unieron a la insurgencia desde 2011, explicó Dimitri Peskov, vocero de Putin Más de 250.000 personas han muerto en la guerra en Siria desde su comienzo, en marzo de 2011.
Millones de personas se refugiaron en países vecinos o han viajado a Europa por el Mediterráneo.
Al tiempo que descartó una operación terrestre, Moscú confirmó el despliegue de un batallón de infantes de Marina para proteger la base aérea de Jmeimim cerca de Latakia, donde se encuentra emplazada una escuadrilla rusa.
Según expertos, el objetivo estratégico inicial de los bombardeos rusos es frenar la ofensiva de los yihadistas, que controlan más de la mitad del territorio nacional, pero no tienen armamento antiaéreo.
En un futuro, predicen, los bombardeos rusos se intensificarán y apuntarán ya objetivos móviles, como convoyes con guerrilleros, en un intento de allanar el camino para una posible contraofensiva del Ejército sirio.
El embajador sirio en Moscú, Riad Haddad, pronosticó que la guerra será larga, ya que en Siria «hay decenas de miles de terroristas» y acusó a las «potencias regionales y mundiales» de ayudarlos «con armas, dinero y yihadistas».
En rueda de prensa, el diplomático agregó que Estados Unidos «ha demostrado su incapacidad e ineficacia en la lucha contra el EI» tanto en Siria como en el vecino Irak.
«No han logrado prácticamente ningún resultado. Dicha coalición existe desde hace más de un año. Durante ese período el territorio donde domina el EI no ha hecho más que aumentar», indicó.
Por otra parte, aunque el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, se mostró abierto a una intervención militar rusa en su territorio, Lavrov lo descartó por el momento.