Un apicultor que decía que «todas las mujeres son infieles» será sometido a juicio oral por el triple crimen de su pareja y los dos hijos de ésta, asesinados a balazos mientras dormían en su casa de la ciudad chubutense de Sarmiento.
Así lo dispuso la semana pasada el juez de dicha ciudad, ubicada unos 150 kilómetros al oeste de Comodoro Rivadavia, Alejandro Rosales, a pedido de la fiscal Andrea Vázquez, quien acusó a Claudio Norberto Lamonega (50) del «homicidio agravado por alevosía, tres hechos en concurso real» de Marisa Santos (48), Lucas Julián (15) y Victoria Ramis (17).
Según informó el Ministerio Público Fiscal chubutense en su página web (www.mpfchubut.gov.ar), en el caso del crimen de Marisa, la fiscal consideró también como agravantes el vínculo y la violencia de género y, además, le imputó a Lamonega el hurto del teléfono celular de su mujer y la utilización de un arma de fuego.
El juez Rosales ordenó que el acusado siga detenido en la comisaría de Sarmiento hasta el inicio del debate y rechazó el pedido de sobreseimiento y de arresto domiciliario presentado por el abogado defensor, Guillermo Iglesias.
El informe oficial indicó que en los próximos días la Oficina Judicial dará a conocer la conformación del tribunal y las fechas en las que se llevará a cabo el juicio, para el que ya se aceptaron 148 testigos y 84 medios de prueba documentales y periciales.
Por su parte, los abogados querellantes, Oscar Herrera y Manuel Mauriño, adelantaron que solicitarán que el acusado sea condenado a prisión perpetua.
De acuerdo a la acusación, el triple crimen fue cometido entre las 03:25 y las 09:50 del 23 de noviembre de 2014, en una casa situada en Sarmiento 445, donde cada una de las víctimas dormía en sus respectivas habitaciones y fue descubierto a las 15:15 del día siguiente cuando el imputado, que residía en otra vivienda, concurrió al lugar acompañado de la Policía.
Para la Fiscalía, «Lamonega aprovechó esta situación de indefensión» de que las víctimas descansaban y «primero atacó a la joven Ana Victoria», quien recibió dos balazos, uno en el maxilar izquierdo y el otro en el ojo izquierdo, efectuados con un arma con silenciador.
La siguiente víctima fue Lucas, quien recibió un tiro en el pómulo izquierdo y otro en el parietal del mismo lado y, por último, Marisa fue ejecutada de un balazo en la región temporal del cráneo, precisó el informe.
Los investigadores judiciales determinaron que la mujer «era víctima de una violencia psicológica y económica por parte del imputado», con quien mantenía una «relación amorosa» y, en ese sentido, remarcaron que Lamonega «era el mayor proveedor de esa casa, marcando una desigualdad con ella».
«Al provocarle la muerte, (el acusado) desplegó su violencia y su superioridad para con ella. Este asesinato ocurrió en un contexto de violencia de género, con la intensión y voluntad de hacerlo, doblegando y sometiendo a la víctima por su condición de mujer», añadió la Fiscalía que consideró que Lamonega actuó con «perversa frialdad» y de «un modo traicionero y cobarde».
Respecto del arma utilizada en el hecho, para los acusadores, el imputado se apoderó un revólver calibre 22 marca Sentinel Norteamericano con nueve tiros que era propiedad del padre de Marisa, quien lo había dejado en la casa de su hija ya que tuvo que viajar a Buenos Aires por razones de salud.
Y sobre el celular de Marisa, el informe recordó que el mismo fue hallado luego en un canal de riego secundario de Sarmiento.
En tanto, los acusadores valoraron como prueba que Lamonega fue considerada como una persona violenta y que contaba con antecedentes de violencia familiar con Marisa.
También agregaron que el acusado es «una persona celosa, fría, calculadora, perfeccionista, planificadora» y que en uno de sus vehículos se encontró el libro «Cuentos de mujeres infieles».
«De acuerdo a un informe del médico forense son evidentes los rasgos celopáticos de las distintas relaciones maritales referidas, exteriorizándose desconfianza e ideas sobre valoradas sobre la conducta femenina, en cuanto a la estabilidad en los vínculos afectivos», sostuvo la Fiscalía y destacó: «Según sus dichos (por los del imputado) `las mujeres son todas infieles´».
Sin embargo, para el defensor Iglesias este informe del psiquiatra forense es «cantinflesco» (en referencia al actor cómico Mario Cantinflas) ya que «se utilizan muchas palabras sin contenido» y afirmó que el médico debe ser denunciado por incumplimientos de sus deberes.