La Guardia Costera griega informó que respondieron a un alerta de auxilio y que lograron rescatar a 68 personas, mientras que otras 29 lograron llegar a la playa de Farmakonisi nadando. Entre las víctimas había niños y bebés.
Al menos 34 refugiados murieron ahogados el domingo luego de que la barcaza en la que viajaban con otras 100 personas naufragara al Este de la isla griega de Farmakonisi, en el mar Egeo, cuando intentaban llegar a Europa, pese a la conmoción que provocó la muerte de un niño sirio en las costas turcas hace dos semanas. Entre las víctimas hubo niños y bebés. La Guardia Costera griega informó que respondieron a un alerta de auxilio y que lograron rescatar a 68 personas, mientras que otras 29 lograron llegar a la playa de Farmakonisi nadando, escena dramática que ya se volvió habitual en estas costas paradisíacas. Hasta ahora los rescatistas griegos recuperaron del mar los cuerpos de seis mujeres, ocho hombres, cuatro bebés y 11 chicos. “Mis compañeros están encontrando cada vez más cadáveres”, dijo un funcionario de la guardia costera griega. Siete de los cuerpos fueron descubiertos en el interior del barco pesquero, informó la radio estatal.
Pese a que el número de refugiados y migrantes muertos en el Mediterráneo disminuyó -en parte porque la mayoría de los que escapan de Medio Oriente eligen ahora cruzar por tierra a través de Turquía- los naufragios siguen repitiéndose todas las semanas, ahora en el Egeo. El sábado, cuatro menores desaparecieron en esas aguas luego de que la embarcación de plástico en la que viajaban se diera vuelta a unos kilómetros de la costa de la isla griega de Samos. Los rescatistas griegos lograron salvar a 24 personas, pero no pudieron encontrar a cuatro jóvenes, que según los sobrevivientes viajaban con ellos desde Turquía.
Ese mismo día, un barco de Frontex, la fuerza de rescate y vigilancia regional creada por la Unión Europea (UE), rescató a 32 personas al Este de la isla griega de Lesbos, uno de los principales puertos de llegadas de refugiados actuales. Los sobrevivientes contaron que un joven murió ahogado. Según Atenas, sólo en la paradisíaca isla de Lesbos hay entre 15.000 y 18.000 refugiados que se renuevan todos los días entre aquellos que parten en buques alquilados por el gobierno para el puerto ateniense de El Pireo y quienes logran llegar a las costas procedentes de Turquía.
La primera ministra interina de Grecia, Vasiliki Thanou, visitó la isla de Lesbos para ver con sus propios ojos la situación de los miles de recién llegados y verificó las condiciones en un centro de recepción de refugiados y otro de registro. Durante su visita a la isla, Thanou anunció la apertura de dos nuevos centros de recepción para refugiados e inmigrantes, uno que tendrá lugar en la región capitalina de Atica y otro ubicado en la periferia de Salónica, la segunda mayor ciudad helena.
Las principales potencias económicas de la UE y los países nórdicos, que son los destinos finales buscados por la mayoría de los refugiados, reclaman que los dos puertos de entrada del sur europeo, Grecia e Italia, se hagan responsables de la recepción y el registro de todos los recién llegados. Según las leyes europeas actuales, esto significa que Grecia e Italia, dos países que atraviesan una profunda crisis económica, deberían dar asilo político a cientos de miles de refugiados en vez de permitirles seguir camino para que lleguen a los países del norte y los más ricos del continente.
Ya son miles los refugiados que intentan llegar cada día a una isla griega en el Egeo, provenientes desde Turquía. Casi todos quieren llegar a Europa occidental. El sábado dos ferries llevaron a más de 4.000 personas de las islas al puerto del Pireo, cerca de la capital Atenas, informó la radio estatal. En la mañana del domingo llegaron otros 1.700 migrantes a ese puerto. Tres ferries hacen el trayecto entre Lesbos, Cos, Kalimnos y Leros y llevan a miles de refugiados a tierra firme.