Un ataque de artillería de Corea del Norte contra altoparlantes de propaganda surcoreanos inició ayer un intercambio de fuego entre ambos países. Luego Pyongyang envió una nota de protesta para que Seúl retire esas instalaciones en 48 horas.
Los incidentes ocurrieron en el extremo sudoeste de la línea de cese de hostilidades que separa a los dos Estados que se reparten el país desde el cese de fuego pactado en 1953.
Medios surcoreanos afirmaron que los disparos del Norte iban dirigidos contra los altavoces colocados por Seúl para emitir mensajes de propaganda al país vecino, lo que se confirmó cuando, después del intercambio de artillería, Pyongyang envió un mensaje formal a Seúl exigiendo que en 48 horas deje de emitir propaganda en las áreas fronterizas.
Un funcionario del ministerio de Defensa de Corea del Sur detalló que a las 15:25 (03:25 hora argentina) los radares antibatería detectaron cohetes, supuestamente disparados en Norcorea, en trayectoria balística hacia el Sur. La fuente añadió que el Ejército está verificando si los disparos de las fuerzas de la RPDC tenían como objetivo a las unidades militares de Corea del Sur en las áreas fronterizas, y que está preparado para contraatacar.
Tras recibir los disparos desde el Norte, que al parecer no causaron víctimas, Corea del Sur respondió a su vez con ráfagas de artillería, de 155 mm, hacia la República Popular Democrática de Corea (RPDC). No hubo réplica de las fuerzas de Pyongyang a esas ráfagas, informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap citando fuentes militares de Seúl.
El mensaje de Pyongyang sobre los altoparlantes fue enviado a las 17:00 (05:00 hora de Argentina) por el departamento de estado mayor del Ejército Popular norcoreano al ministerio de Defensa surcoreano, y advertía que en caso de mantenerse las transmisiones iniciaría acciones militares. Además, Pyongyang requirió de Seúl que desmontara todas las instalaciones de guerra psicológica que había dispuesto en la frontera.
El intercambio de disparos entre Norte y Sur llega en plena fase de tensión entre las dos Coreas después de que el pasado día 4 dos soldados surcoreanos fueran heridos al explotar tres minas antipersonal, en un suceso del que Seúl culpa a Pyongyang.