La Unión Europea aprobó destinar 2.400 millones de euros durante los próximos seis años para ayudar a países del bloque a lidiar con una crisis de inmigrantes y refugiados que ha dejado 2.000 muertos en el mar Mediterráneo en lo que va del año.
En coincidencia con la decisión adoptada por la UE, la Guardia Costera de Italia, uno de los países más afectados por el problema, rescató ayer a más de 1.550 migrantes cuando intentaban alcanzar la costa Sur del país en embarcaciones que habían partido del Norte de África, informaron autoridades.
Del total de dinero aprobado ayer por la Comisión Europea (CE), el órgano ejecutivo de la UE, Italia recibirá la mayor parte, 560 millones de euros, mientras que las también aquejadas Grecia y España se beneficiarán de 473 y 259 millones, respectivamente, dijo una vocera de la CE.
Desde los países del Sur de Europa hasta el puerto de Calais, en el Norte de Francia, y hasta la oriental Hungría, las tensiones han aumentado este año por un aluvión de inmigrantes que intenta obtener asilo en Europa tras haber huido de guerras, persecución o pobreza en sus países de origen de África y Medio Oriente.
Varios inmigrantes han muerto este mes en distintas circunstancias en Calais, un cuello de botella para los inmigrantes y refugiados que intentan llegar al Reino Unido a través del Eurotúnel, que cruza el Canal de la Mancha.
El Reino Unido ya recibió 27 millones de euros en fondos de emergencia de la CE, que había solicitado en marzo. Francia recibirá 20 millones de euros, pero ninguno de los dos países ha pedido ayuda adicional para la seguridad en Calais y no se incluyen en los programas anunciados ayer.
La vocera de la CE, Natasha Berthaud, dijo en conferencia de prensa en Bruselas que los fondos llegarán de manera «urgente» a los países que más se ven afectados por la llegada masiva de inmigrantes, como Grecia e Italia, y a otros Estados miembros que también hacen frente a los flujos migratorios.
Los fondos corresponden al periodo presupuestario 2014-2020 y proceden del Fondo de Asilo, Inmigración e Integración (AMIF) y del Fondo de Seguridad Interior (FSI) de la UE.
El comisario europeo de Inmigración, Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos, indicó que los Estados miembros afrontan actualmente «retos sin precedentes en materia de inmigración y seguridad», informó la agencia de noticias EFE.
Agregó que la CE «está actuando en un espíritu de solidaridad» y dando pasos para mejorar la gestión de la inmigración, mejorar la cooperación y luchar contra el crimen organizado y el «terrorismo».
En Italia, la Guardia Costera difundió imágenes de algunas de las operaciones de rescate realizadas en el Mediterráneo, en las que se ven las barcazas con cientos de inmigrantes hacinados a bordo, a quienes los equipos de rescate lanzan chalecos salvavidas para proceder a las labores de salvamento.
La Guardia Costera dijo en un comunicado que 1.552 personas fueron rescatadas en siete operaciones frente a las costas de Libia, desde donde parten la mayoría de inmigrantes con el objetivo de llegar a Italia como puerta de Europa.
En ellas también se ve que algunos de los rescatados son niños de corta edad.
Los inmigrantes viajaban a bordo de cuatro lanchas neumáticas y tres barcazas.
En una de las operaciones fueron socorridas 775 personas, de ellas 196 mujeres y 40 menores.
En el dispositivo participaron barcos del programa de vigilancia marítima comunitaria Tritón, entre ellos uno de Irlanda y otro de Suecia.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que en lo que va de año han muerto 2.000 personas tratando de cruzar el Mediterráneo.
En Hungría, en tanto, la policía informó que autoridades interceptaron el fin de semana pasado a 4.562 inmigrantes, entre ellos 248 menores, que habían entrado en Hungría de forma ilegal.
La gran mayoría de los inmigrantes, que llegaron de países en conflicto como Pakistán, Siria e Irán, entre otros, entraron en el país por la frontera Sur del país, con Serbia.
Las autoridades han abierto investigaciones contra once personas por trata de personas y contra siete por falsificación de documentos.
En lo que va de 2015, las autoridades locales han registrado más la entrada de 100.000 personas que, una vez ingresados en la zona de Schengen, en su mayoría siguen su rumbo hacia países más ricos de la Unión Europea, como Austria, Alemania o Suecia.
Hungría construye una valla de 175 kilómetros a lo largo de la frontera con Serbia, para parar la masiva llegada de refugiados y se espera que las obras concluyan este mes.