San Luis (LaNoticia) 29-07-15. Johana Alfonso es hoy por hoy la villamercedina más famosa por haber alcanzado el título mundial de boxeo en la categoría peso Ligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), pero Johana tiene una faceta poco conocida, que la pinta como una joven mujer de un gran corazón y es lo que hay que destacar, porque los triunfos, son solo pasajeros.
En diálogo con los conductores del programa radial La Mañana a Capella que se emite por la 87.9 MHz de San Luis y que se puede escuchar por Internet haciendo clic acá, Johana contó parte de su vida, esa que está lejos del mundo pugilístico, de la fama y de la popularidad.
Consultada de cómo fue su camino hasta llegar a este momento de gloria, Johana señaló que fue “con mucho sacrificio, mucho entrenamiento, porque esto no viene de ahora, yo vengo haciendo boxeo desde los 15 años”, explicó la joven villamercedina que hoy cuenta con tan solo 25 años de vida.
Johana es una joven muy creyente, habla permanentemente de “gracias a mi Dios” y a partir de allí todo lo que ha logrado en su vida, más allá de este título mundial, se lo agradece a él. Profesa la religión “evangélica” y asegura que “sin mi Dios, no soy nada”. “La vida es muy cortita, esto (por su título mundial logrado) es un momento, nada más, porque lo importante es hacer las cosas bien con Dios, para algún día encontrarnos con nuestros seres queridos y para estar con nuestro Rey (por Dios)”, expresó dando muestras de la calidad de mujer que lleva en su interior.
Sobre su vida económica, Johana explicó que “hace dos años tengo una beca del gobierno (provincial), pero antes me ayudaban mis padres. Mi madre es empleada en una fábrica y mi papá trabaja en la Municipalidad de Villa Mercedes. Somos una familia trabajadora”, pero además, ella tiene “como único sustento, una pequeña quinta con animales”.
Sobre cómo está compuesta su familia, Johana comentó que “tengo a mi papá y mi mamá y tres hermanos, quienes somos muy unidos”, pero la sorpresa mayor ocurrió cuando contó que “tengo una hija que adopté, que tiene capacidad diferente”.
La hija de la vida
Con un orgullo indisimulable, Johana contó cómo llegó esa hija adoptiva a su vida. “Tengo 25 años y sentía un vacío enorme en mi vida, que mi hija lo terminó de completar”. Sobre su hija de la vida dijo que “tiene 43 años, pero en su mente es una nena de 10 y yo prácticamente la arrebaté de otra familia porque la maltrataban. Estaba muy mal, como por ejemplo que dormía afuera de la casa con los perros y la conocí por mi hermano que iba al campo en donde estaba ella”. A partir de conocerla, “pasé muchos momento de bronca hasta que la traje conmigo y ahora está re bien, ella habla, se hace entender y es muy independiente, cosa que no lo era cuando estaba con la otra familia”. Johana la adoptó “hace un año, un 16 de agosto”.
No politizar su éxito
Si bien Johana no habló mucho del tema, allegados a la campeona mundial de boxeo nos señalaron que desde el oficialismo provincial se “están subiendo a su éxito”, algo que es totalmente criticable y repudiable, porque su triunfo es solamente debido a su esfuerzo, temple y humildad. Nadie tiene derecho a colgarse de este triunfo. Es un pecado capital que desde el oficialismo se la esté obligando a ir a cada acto que realizan con el gobernador Claudio Poggi o Adolfo Rodríguez Saá a la cabeza. Sería muy bueno que la dejen descansar y disfrutar de este momento fugaz de su vida y que hagan política con otras cosas.
Carlos Rubén Capella
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