El segundo paquete de ajuste impuesto por los acreedores a Grecia provocó grandes sacudidas en la judicatura, los abogados y los trabajadores del sector público, y el Nobel Joseph Stiglitz reprobó el programa mismo.
El comité de dirección de los colegios de abogados de Grecia pidió la retirada del proyecto de ley a los grupos parlamentarios, tras analizar el documento que recoge una reforma del Código Civil y la adopción de la directiva europea sobre saneamiento de bancos.
Los letrados, según el periódico Efymerida Ton Syntakton (favorable al gobierno Tsipras), los letrados presentaron propuestas para mantener los testigos en los juicios civiles, que el paquete propone eliminar, en violación, dicen, de los principios de un juicio justo y los derechos individuales y sociales.
El ministro de Justicia, Nikos Paraskevópulos, en una reunión conjunta de las cuatro comisiones del Parlamento, afirmó que defiende el proyecto como un «mal menor», tras tener que elegir entre una «quiebra desordenada» o un código civil en el que no cree.
Pero concluyó que «el país está en una situación de emergencia, no tengo alternativa (…). Estoy delante de dos males y elijo apoyar al mal menor».
La confederación de sindicatos del sector público Adedy y el sindicato comunista Pame han convocaron movilizaciones para ayer en protesta contra las medidas que conllevará un tercer rescate, al que adhirieron grupos de izquierda extraparlamentaria, como Antarsya.
«El Gobierno ha presentado al Parlamento y aprobado por mayoría una nueva desregulación neoliberal de las políticas de austeridad, con desinversiones masivas, hipotecando la riqueza pública del país y derrocando derechos», destacó Adedy en un comunicado.
Por otro lado, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz calificó ayer el tercer programa de rescate de Grecia como «incoherente», porque no incluye una quita de la deuda y aseguró que las reformas acordadas no revertirán en el crecimiento de la economía.
«Incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que este programa provocará una reducción del PIB. El FMI pide una quita de la deuda y en el programa no está prevista una quita. Por eso es un programa incoherente», destacó Stiglitz en una entrevista con la agencia de noticias griega AMNA, citada por EFE.
Joseph Stiglitz, Nobel de Economía El economista estadounidense insistió en que una quita de la deuda helena no es imposible en el marco legal de la Unión Europea (UE), como han defendido representantes de algunos países miembros como Alemania.
«El FMI conoce bien las reglas y las leyes de Europa y nunca hubiera propuesto algo que no puede hacerse», subrayó Stiglitz.
El economista norteamericano recalcó que el programa «no es un camino hacia el bienestar sino un ultimátum: o lo aceptas o sales (de la Eurozona)».
«No conozco una sola cosa que podría dividir Europa más (que el euro). En realidad contribuyó a disolver Europa», recalcó.
Expresó el deseo de que los acreedores colaboren con el Gobierno para introducir reformas más importantes que «modernicen la economía, debiliten la oligarquía y hagan frente a la corrupción».
«Desgraciadamente, en el pasado, algunas de las posturas de la troika sabotearon iniciativas de gobiernos anteriores para hacer frente a esos problemas», apuntó.