San Luis (LaNoticia) 01-07-15. El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), delegación San Luis, recepcionó el día lunes la denuncia de una de las integrantes de la Comisión Directiva del Sindicato Judiciales de San Luis.
En la denuncia se refiere al presidente del Superior Tribunal de Justicia de nuestra provincia, quien en un diálogo con la Doctora Vanina Flores utilizó conceptos profundamente lesivos para con las mujeres y sus derechos.
El Dr. Horacio Zavala Rodríguez, respondió ante reclamos sobre las licencias por maternidad de empleadas judiciales, que “se cuidaran de hacerse embarazar…”, “…la próxima oportunidad de ingreso en el Poder Judicial, las mujeres deberían atarse las Trompas de Falopio para no quedar embarazadas…”
Ante la trascendencia de estas declaraciones y la denuncia formulada, el mismo Dr. Zavala Rodríguez adujo que se había malinterpretado sus palabras y que su planteo era una ironía.
Pareciera que el presidente del STJ, cree que la ironía es un atenuante de su misoginia.
Los conceptos del Dr. Zavala Rodríguez, que traducen su pensamiento, trasciende una postura machista; se trata de una de las máximas autoridades de un Poder del Estado y la responsabilidad que posee es, nada más ni nada menos, que la administración de Justicia.
Este pensamiento no sólo desprecia a las mujeres; implica una ubicación de Poder para con los demás, creyendo que puede dirigir y planificar la vida de los demás -los y las empleados/as judiciales- que él considera manejable, manipulable y a su disposición.
Esta situación se da, no casualmente, en el marco de los reclamos del Sindicato de Judiciales Puntanos (SIJUPU) por mejores condiciones de trabajo, recomposición salarial, disposiciones respecto a los dirigentes gremiales, entre otros.
El poder del Estado que según las Constitución DEBE garantizar el cumplimiento y la aplicación de Justicia, evidencia en la provincia de San Luis, la ausencia de ética, un torpe descaro respecto a quienes trabajan en los tribunales y una desconsideración vergonzosa para con las mujeres en general y las trabajadoras judiciales, en particular.
Habrá que preguntarse si estas mismas características no se encuentran también en un reciente fallo, repudiable por cierto, que liberó a los acusados de coaptar y esclavizar mujeres, exigiéndoles que ejercieran la prostitución.
Otra vez, la Impunidad es Injusticia.