Durante el encuentro de ministros de finanzas de la Eurozona donde se discute una salida a la crisis helena, la directora del Fondo Monetario, Christine Lagarde, advirtió al gobierno de Alexis Tsipras que «no habrá un plazo de gracia» para que su país pague la cuota de deuda con ese organismo y cuyo plazo de vencimiento está previsto para el 30 de junio. «Si el 1 de julio eso no se pagó, no se pagó», sentenció.
A fin de mes, Grecia tiene que pagar 1.600 millones de euros al FMI y son muchas las voces que creen que Atenas no podrá afrontar ese pago por sí solo, con lo cual caería en default y generaría una crisis en su economía de tal magnitud que podría abandonar el euro como moneda común, según es el vaticinio de los economistas del bloque.
El gobierno griego tiene que alcanzar un acuerdo con el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI para poder recibir el tramo final del rescate, de 7.200 millones de euros.
Lagarde insistió que el paquete de reformar que se le exige a Grecia contenga también modificaciones en el sistema de pensiones, algo a lo que Tsipras se negó rotundamente en varias oportunidades.
Por su parte, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, dijo en conferencia de prensa que presentará las «ideas» de su gobierno en Luxemburgo, pero de momento no estaba claro si se pondrán nuevas propuestas sobre la mesa. «La intención es reemplazar un costoso desacuerdo por un consenso eficaz», explicó.