San Luis (LaNoticia) 10-06-15. El dirigente del gremio gastronómico y uno de los promotores del paro del día martes 9 de junio, Luis Barrionuevo, declaró: «…en la época de los militares hacíamos paro, huelga, lucha, pero se conversaba…”. Esta no es una frase desafortunada ni descontextualizada, expresa con claridad una postura frente a la Democracia, a las instituciones y, fundamentalmente informa acerca de cuáles son los intereses detrás de una medida de fuerza. Gremialistas como él, “conversaban” con los Dictadores, es decir negociaban, mientras eran secuestrados, asesinados, encarcelados, torturados miles de argentinos, muchos de ellos trabajadores y dirigentes sindicales representativos.
Los que acompañan y participan con este dirigente en promover paros -ejerciendo, por cierto un derecho constitucional- deberían interpelarse sobre los objetivos de la huelga parcial realizada. Interpelación que es esencial para aquellos sectores que se autoproclaman progresistas y de ideología de izquierda. Porque resulta, al menos contradictorio, compartir acciones políticas con dirigentes que alaban las dictaduras y definirse como revolucionarios.
Necesario es recordar a Mariano Moreno, símbolo indudable de los Derechos a la Expresión y a la Información, a tres días de conmemorarse el día del Periodista, cuando decía: “Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía”. Este verdadero revolucionario de Mayo fundó y dirigió la Gazeta de Buenos Aires, periódico oficial, desde el cual difundió sus ideas. Todas las semanas publicaba largas y detalladas notas de gobierno. Una “cadena nacional”, que hoy seria profundamente criticada por quienes se autodefinen como independientes y objetivos. Porque su periodismo asumía con total autenticidad su postura ideológica y su obra guardó absoluta coherencia con su pensamiento.
La actual no es la etapa más célebre del periodismo argentino, pero sí la más franca. Porque la política volvió a tener peso, como cuando Mariano Moreno escribía. Los debates públicos son polémicos gracias a la política, se reinstaló la posibilidad de dar discusión cultural. Se puede triunfar o perder, pero los sectores minoritarios y privilegiados ya no pueden instalar agenda sin generar confrontaciones.
Por eso es indispensable la aplicación plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que garantiza la pluralidad y diversidad de voces y, además, contribuye a mejorar condiciones laborales de los todos los comunicadores del pueblo, en sus diferencias, posturas y necesidades. Una Ley aprobada por amplias mayorías en 2009, luego de ser consensuada en miles de foros a lo largo y ancho del país.
El Derecho a la Expresión y el Derecho a la Información son conquistas colectivas, igual que el Derecho a Huelga. Lo importante es que detrás de las manifestaciones y de las acciones surja con categórica sinceridad que intereses se defienden y desde que posicionamiento se dice, se piensa y se hace.