San Luis (LaNoticia) 02-06-15. En nuestra edición del 9 de abril publicamos una carta desgarradora escrita por Guillermina Ledesma a los 29 genocidas que en esos días estaban por escuchar sus condenas en el segundo juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en San Luis en la época de la dictadura militar, mediante la cual les pide que, en un gesto humanitario, le digan dónde enterraron los restos de su hermano Pedro Valentín «el Negrito» Ledesma. Hasta hoy, el silencio inhumano es total.
En declaraciones realizadas al programa radial La Mañana a Capella, que se emite por la 87.9 MHz, Guillermina Ledesma dijo que si los genocidas condenados, cuyos argumentos se escucharán el próximo 9 de junio, estaban sintonizando el programa “les preguntaría qué hicieron con mi hermano, porque a esta altura ya no tiene sentido ocultar nada, que lo hecho, hecho está”.
“Yo sé que para ellos, decir dónde está mi hermano, es reconocer lo que han hecho”, señaló y agregó que a pesar de eso “el pueblo todo sabemos qué hicieron, entonces no entiendo por qué no nos dicen qué hicieron con el `negro´ y si lo podemos encontrar”.
“Mis padres tienen 86 años y mi madre lo sigue esperando”, aseguró Guillermina, y contó que su madre “dice que no se va a morir hasta que no se lo entreguen”. En un relato conmovedor, dijo que su madre “tiene una foto del `negro´ y siempre le pregunta `dónde estás hijito, por qué no me das una señal, dónde te tiraron´”. Como si fuera poco, el relato fue más conmovedor cuando expresó que cada vez que llega a su casa, su madre se encuentra mirando el retrato de su hijo desaparecido y dice `estoy hablando con el negrito´.
La joven afirmó que ni siquiera de manera anónima le ha llegado ningún tipo de nota dándole algún “dato de dónde está el `negro´, por si no quieren reconocer lo que hicieron” y les envió un claro mensaje a los genocidas, diciéndoles que “ni las madres de ellos parieron un genocida, ni mi madre un desaparecido. Parieron hijos y tienen el mismo dolor, esas madres por tener un hijo genocida preso, y mi madre por tener uno desaparecido”.
Es incomprensible ver tanto estado inhumano en quienes aseguran haber `defendido la Patria´ y en esa acción haber cometido semejantes atropellos a la vida humana; que no tengan un pequeño -gran- gesto humano de decirle a esos padres de 86 años dónde enterraron a su `negro´. Ellos que dicen profesar la fe católica, apostólica y romana; no muestran un poco de lo que esa religión enseña en el terreno humano. Hoy no se trata de `guerrilleros´ o `peligros para la Patria´; hoy se trata de una madre que espera reencontrarse con los restos de su hijo, para poder morir en paz. ¿Qué parte de lo humano no entienden?
Carlos Rubén Capella
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