El gobernador del estado mexicano de Guerrero, Rogelio Ortega, dijo que la desaparición de al menos 14 personas en Chilapa a manos de presuntos miembros del grupo Los Ardillos, el 9 de este mes, fue una represalia por 30 secuestros previos cometidos por la organización de Los Rojos en comunidades aledañas.
En una entrevista radiofónica, Ortega explicó que el caso se enmarca en la disputa territorial de dos bandas criminales, Los Ardillos y Los Rojos, y que las desapariciones producidas durante la toma armada de Chilapa «son secuelas y consecuencias», consignó la agencia EFE.
El gobernador de este estado del sur de México contó que antes de entrevistarse con los familiares de los desaparecidos durante la toma de Chilapa se reunió con 14 comisarios de las comunidades rurales de este municipio, quienes dijeron que hay 30 desaparecidos de esas zonas a manos de Los Rojos, que dominan en Chilapa.
«Por ello es que realizaron aquella acción del 9 y 10 de mayo de irrumpir con ciudadanos armados en Chilapa en la búsqueda también de sus familiares y de encontrar a los delincuentes que se esconden, se protegen en el tejido social de la cabecera municipal», explicó.
Pese a que las fuerzas de seguridad que estaban en ese municipio no actuaron cuando los presuntos narcotraficantes llegaron, Ortega aseguró que su gobierno buscó «una ruta de diálogo (…) con comisarios que no iban embozados, que dieron la cara, y que plantearon que estaban hartos ya de esa situación delincuencial».
Detalló que el acuerdo para su retirada consistió en la destitución del secretario de Seguridad Pública municipal y la devolución de las patrullas que habían decomisado a la policía municipal, las armas, los equipamientos.
El gobernador contó que tres días después de que dejaran la toma de Chilapa, recibió a los comisarios en el Palacio de Gobierno para que documentaran las denuncias que durante más de seis meses presentaron a las autoridades correspondientes por 30 desaparecidos.
«Esa es la parte que le corresponde indagar a la Fiscalía y a la Procuraduría General de la República, es la parte complicada porque la delincuencia organizada penetra el tejido social y en esa confrontación que tienen de disputa territorial, pues hay sectores de la sociedad que se ven afectados», apuntó.