El secretario de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud de Brasil, Wanderson de Oliveira, renunció este miércoles en medio de una disputa entre el titular del despacho, Luiz Henrique Mandetta , y el presidente Jair Bolsonaro sobre la gestión gubernamental para hacer frente a la pandemia de Covid-19.
De Oliveira era hombre de confianza Mandetta y fue directamente responsable de diseñar las medidas para luchar contra la pandemia del coronavirus y asistió a las conferencias de prensa diarias en el Palacio Presidencial.
No obstante, Wanderson envió una carta por correo electrónico a sus subordinados indicando que la partida de Mandetta estaba programada para «las próximas horas o días» y que era hora de prepararse para salir juntos.
Wanderson de Oliveira así como el ministro de Salud es un defensor del aislamiento social como una estrategia para contener el virus, contrario a la opinión de Bolsonario que apoya levantar la cuarentena y ha minimizado en diferentes oportunidades la gravedad de la pandemia.
La posibilidad de una inminente salida del ministro volvió a cobrar fuerza en las últimas horas, mientras Brasil se acerca al umbral de 25.000 enfermos por Covid-19 y 1.328 muertos infectados por el virus.
Las divergencias en las posiciones del presidente y el ministro con respecto al aislamiento social se han vuelto cada vez más evidentes en las últimas semanas, cuando el número de nuevos coronavirus en Brasil está creciendo.
El presidente brasileño en breves declaraciones a medios locales indicó este miércoles que pronto tomará medidas en el sector salud.
Mandetta, quien también adelantó que dejará pronto su cargo, pidió ayer martes mantener una posición de unidad en el Gobierno para hacer frente a la pandemia, porque parece que nadie está al mando.
«El brasileño no sabe si escucha al ministro de Salud o si escucha al presidente. Yo espero un discurso único, porque eso lleva al brasileño a una ambigüedad», dijo Mandetta, en un tono más contestatario que el habitual.