El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció este martes que el estado, ubicado al noreste de Estados Unidos, ha alcanzado ya el «pico» de contagios de coronavirus, con más de 10.000 muertos por la enfermedad.
Este lunes hubo 778 muertes a causa de la pandemia, una cifra que se integra el total de 10.834 decesos. La cifra representa más de un centenar por encima que los fallecimientos registrados el domingo.
Cuomo destacó que la incidencia del virus fuera de la ciudad de Nueva York es relativamente baja. Así, ha contado que en el resto del estado la curva de contagios ya se ha aplanado, salvo algunos puntos calientes entre los que ha mencionado Long Island y los condados de Westchester y Rockland.
Entre tanto, el número de hospitalizados ha mostrado un ligero descenso en comparación con el día anterior, cuando hubo 18.825 pacientes.
«Creemos que estamos en el ápice de la meseta», dijo el gobernador neoyorquino, quien advirtió al mismo tiempo que el descenso es estadísticamente insignificante y podrían perder todos los avances logrados en una semana si se aflojan las políticas de confinamiento domiciliario.
Reiteró que, en su opinión, para que todos puedan volver a trabajar es crucial someter a los residentes del estado a las pruebas, para asegurarse de que son libres del nuevo coronavirus.
En ese sentido, se dirigió a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para que se ocupara del abastecimiento con los test necesarios.
Durante su rueda de prensa también ha afirmado que Donald Trump hizo declaraciones erróneas al sostener que el presidente tiene la autoridad absoluta para decidir cuándo pueden reabrir los colegios y negocios en los estados del país.
No obstante aclaró que no se va a involucrar en peleas con el mandatario por esa cuestión.