El cuerpo sin vida de Chiara Páez fue hallado en el patio de la casa de su novio, quien quedó detenido por el crimen. La adolescente, que estaba desaparecida hace una semana, tenía un embarazo reciente y fue asesinada a golpes.
El novio de la adolescente quedó a disposición del juez de Menores de la ciudad de Venado Tuerto, Javier Prado. Por el hecho, la Justicia dispuso además la detención de la madre del adolescente, los abuelos y otro hombre que también vive en la casa donde fue hallado el cadáver y que sería la pareja de la madre, de quienes se sospecha que al menos colaboraron o encubrieron el hecho.
El caso comenzó la madrugada del domingo pasado, cuando Chiara fue vista por última vez tras participar de una reunión de amigas en la casa de una de ellas. «Lo último que supimos fue que había estado con sus amigas y que después se fue a ver a su novio. Desde entonces perdimos todo tipo de contacto», dijo Lorena, una de las tías de Chiara.
Su madre comenzó a buscarla y realizó la denuncia en la comisaría de la zona, por lo que se realizaron algunos rastrillajes y se tomaron declaraciones de vecinos y conocidos de la adolescente, entre ellos el novio. «Mi hermana fue a la casa de él (por el novio de Chiara) y él le manifestó que la había dejado (la madrugada del domingo de la semana pasada) a una cuadra de la casa de su amiga y que no supo más nada», relató la tía de la víctima.
Vecinos, amigos y conocidos de la chica, junto a personal de la policía local, bomberos y expertos en búsqueda de personas comenzaron a rastrillar la zona y a buscar a la adolescente. El propio novio de Chiara participó y hasta se mostró interesado de los resultados de los rastrillajes, según revelaron la tía y el padre de la adolescente asesinada.
«Sospechamos de todo el mundo, se investigaron todos los contactos que tenía Chiara en su red social de Facebook, se entrevistó a todo el grupo de amigas y se dirigieron investigaciones en distintas localidades de Córdoba y de Buenos Aires», contó a la prensa el fiscal de Rufino, Mauricio Clavero, a cargo del caso. Luego, reveló que se dispuso la «intervención telefónica del celular de Chiara (que al principio estuvo desaparecido) y por momentos tenía activaciones. En razón de eso, nos fuimos acercando a un punto, que era cada vez más cerca de este lugar (por la casa del sospechoso)».
La Justicia ordenó un rastrillaje con la utilización de perros adiestrados y éstos marcaron la casa del novio de Chiara, en la calle San Martín al 800, donde finalmente se encontró el cuerpo de la adolescente, enterrado en un patio. Casi al mismo tiempo, el padre biológico del sospechoso, un efectivo de la policía de Santa Fe que presta servicios en la comisaría de Rufino, se presentó ante la Justicia y entregó a su hijo, ante la sospecha de que había sido el autor del hecho.
La autopsia realizada al cuerpo de Chiara reveló que había sido asesinada a golpes en el rostro y en la cabeza. «Presentaba un embarazo de muy reciente data», señaló, luego, el fiscal Clavero a la prensa, aunque aclaró que desconocía si ese pudo haber sido el motivo de su asesinato.
Tras el hallazgo del cadáver, el fiscal ordenó además la detención de la madre del adolescente sospechoso, de los abuelos y de otro hombre, que sería la nueva pareja de la madre. «Están detenidas para evitar que se borren evidencias o rastros y determinar su participación penal o su responsabilidad en el hecho», dijo Clavero.