Mientras algunas empresas en Japón apuestan por las extenuantes jornadas laborales de 12 horas, la filial local de Microsoft hizo un experimento particular de reducir la semana de trabajo a cuatro días. Los resultados fueron ampliamente satisfactorios: descubrieron que el descanso impulsó la productividad y las ventas un 40 por ciento.
Los 2300 empleados de la compañía que participaron del proyecto Work Life Choice Challenge2019 tuvieron cinco fines de semana de tres días, sin que le disminuyeran el sueldo ni que se disminuyeran sus derechos. Siguieron cobrando lo mismo pero con cinco días libres extra durante ese mes.
Además de tener los días viernes libre, el personal recibió una “licencia especial” paga de 100 mil yenes (700 euros), se limitaron las reuniones de trabajo a 30 minutos y cinco participantes máximo y se promovió la comunicación en línea en lugar de en persona o por correo.
«Trabaje poco tiempo, descanse bien y aprenda mucho. Es lo que recomiendo a mis empleados. Es necesario tener un entorno que le permita sentir su propósito en la vida y tener un mayor impacto en el trabajo», evaluó el presidente y CEO de Microsoft Japón, Takuya Hirano. El empresario aclaró que su objetivo es que sus empleados «piensen y experimenten cómo pueden lograr los mismos resultados con un 20 por ciento menos de tiempo de trabajo».
Como las oficinas de Microsoft Japón estuvieron vacías durante cinco días adicionales, el uso de electricidad disminuyó un 23,1 por ciento y los empleados también imprimieron 58,7 por ciento menos páginas, lo que significa que una semana laboral más corta podría ser buena tanto para las personas como para el medio ambiente
Este experimento interviene en un momento en el que el gobierno japonés intenta promover modos de trabajo más flexibles, como el teletrabajo, el trabajo a tiempo parcial y horarios de oficina cambiantes para evitar la hora punta en los transportes. En tanto que el mercado presiona para extender la jornada laboral.
Estas iniciativas pretender sobre todo luchar contra el fenómeno del «karoshi» (muerte por exceso de trabajo) y favorecer la natalidad, en descenso en el país.