San Luis (LaNoticia) 09-10-2019. El hoy abogado y ex policía Alejandro Miranda denunció ante la justicia «abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público, contra autoridades y personal policial del Instituto de Seguridad Pública, dependiente del Ministerio de Educación. El letrado lo hizo en representación de su hija Ailin, cadete de primer año quien aduce «hostigamiento y persecución» dentro de la institución.
La denuncia fue radicada la semana pasada contra vicerrectora del Instituto Superior de Seguridad Pública, Ana María Abrahin; el jefe de Cuerpo de Cadetes, el comisario Walter Cuello; el jefe de Compañia de primer año, el comisario general Walter Verdu; y los instructores de campaña de primer año, Anahí Becerra y Ricardo Suárez Sosa. Miranda resaltó en varios pasajes de la conferencia de prensa que «no todos los instructores fueron autores de los maltratos» contra su hija. «Hay instructores buenos por eso la denuncia no es contra todos», aclaró.
El letrado aseguró que el hostigamiento a su hija comenzó cuando en la institución se enteraron que él era su padre. Y su hermana, una oficial principal, tenía el cargo de jefa de estudios en el Instituto de Seguridad Pública.
Miranda indicó como uno de los hostigadores al reconocido comisario general Walter Cuello, quien supo ocupar cargos jerárquicos en la Policía de la Provincia. “Cuello le dijo a Ailin que quien se creía para cuestionar a los instructores y además de maltratarla le dijo: ´Usted no se va a recibir´. El reproche de Cuello para la cadete llegó después de que ella presentara un informe donde denunciaba que era víctima de malos tratos».
El letrado indicó que luego de la reunión con el comisario General, Ailin sufrió una crisis nerviosa y un médico de la institución la acompañó hasta su casa. Según Juan Carlos Di Genaro, psiquiatra particular, la joven tuvo «una neurosis de angustia y acoso psicológico, laboral institucional, por lo que le concedió un certificado de 30 días de licencia para recuperarse.
«Cuando la compañía salía a correr desde el Instituto hasta Cruz de Piedra, Suárez (uno de los denunciados) ordenaba que Ailín corriera frente al grupo cortando el tránsito en las arterias. También le ordenaba que pasara a la retaguardia del grupo para que no quedara ningún rezagado y que luego volviera al frente del grupo. Finalmente, en los últimos 800 metros debía “llegar a carrera con Suárez”, reveló Miranda.
Las exigencias físicas a la joven de 26 años eran 3 veces más fuertes que la de sus compañeros. Con la diferencia que si resto necesitaba descanso podía subir a una camioneta, mientras que Ailin no tenía permitido ni siquiera un descanso.
El ex comisario Miranda aseguró que lo que le sucede a su hija son represalias para él «porque no soy bien visto en la cúpula ni en el Gobierno», debido a las causas judiciales donde denunció al Gobernador y a su hermano. Como también en aquellas en las que representa a policías que inician acciones contra el Estado.
Cristina Sosa Puebla
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