El vocero del Fondo Monetario Internacional , Gerry Rice, insistió este jueves en que «será difícil encontrar una solución rápida» para la crisis argentina, en línea con lo manifestado el día anterior por el director interino del organismo, David Lipton, quien sostuvo que el país «deberá esperar un tiempo para reanudar una relación financiera». El mensaje fue que está virtualmente caído un nuevo desembolso al gobierno de Mauricio Macri, que esperaba para fines de mes un giro de 5400 millones de dólares.
Rice se refirió a la situación argentina en las habituales conferencias de prensa de los días jueves. «Debido a la compleja situación y la incertidumbre política ha sido difícil avanzar rápidamente» en el país, sostuvo el funcionario. También señaló que es «incorrecto» interpretar que se haya «congelado» la relación del FMI con Argentina hasta las elecciones, pero luego reconoció que «no será fácil encontrar una solución rápida».
Ante la pregunta específica de si la Argentina deberá esperar a que haya un nuevo gobierno electo para avanzar con el desembolso, Rice sostuvo: «No tengo información específica sobre los tiempos». «Avanzaremos lo más rápido posible e intentaremos hacer lo mejor que podamos para Argentina en todos los aspectos», agregó sin ninguna precisión.
El funcionario afirmó que la relación entre el Fondo y la Argentina está centrada en elaborar un nuevo acuerdo de mediado plazo, lo que solo podría ocurrir con un nuevo gobierno. Aseguró que todas las fuerzas políticas admitieron que seguirán siendo parte del FMI pero que la prioridad varía según cada una de ellas.
El FMI abandonó al gobierno de Macri después de haber impuesto un programa de shock de ajuste fiscal y monetario que hundió a la economía en la peor crisis desde el estallido de 2001. Como hizo en aquel caso, ahora el organismo se corre y descarga toda la responsabilidad en las autoridades nacionales que fueron en busca de su ayuda.