Legisladores árabes en Israel le dieron su respaldo este domingo al opositor Benny Gantz para el cargo de primer ministro, colocándole en ventaja con respecto al actual jefe de gobierno en funciones, Benjamín Netanyahu.
La proclama se produce cuando el presidente israelí, Reuven Rivlin, inició las consultas con los líderes de las formaciones políticas que alcanzaron representación parlamentaria en la elecciones, para decidir qué candidato se hará cargo de la formación de un nuevo gobierno.
La Lista Conjunta árabe, integrada por cuatro partidos predominantemente árabes, recomendó este domingo que el líder de la coalición Azul y Blanco, Benny Gantz, forme el próximo Gobierno en Israel, según anunciaron públicamente.
No obstante, uno de los partidos del grupo, Balad, se mostró contrario a la decisión.
Los representantes de la Lista Conjunta, que obtuvo 13 escaños en las elecciones generales del martes pasado, se reunieron con el presidente de Israel.
Gantz cuenta ahora con más apoyo que el primer ministro israelí y líder del Likud, Benjamín Netanyahu, para intentar formar un ejecutivo de coalición. Gantz obtuvo 33 escaños y Netanyahu 31.
Por su parte, el líder del partido Israel Nuestra Casa, Avigdor Liberman, que en un principio parecía que iba a apoyar a Gantz, señaló que no recomendará a ninguno de los dos candidatos.
Rivlin anunciará el próximo 25 de septiembre quién será el encargado de formar la coalición de gobierno para el próximo periodo, luego de reunirse con todos los partidos, pues la constitución del gobierno israelí no incumbe de facto al jefe del partido con más escaños en los comicios, sino que se lleva a consultas entre el presidente y los partidos.
El presidente israelí se debatirá entre los que se perfilan favoritos: el derechista Benjamin Netanyahu, líder del Likud y Benny Gantz, cabeza de la coalición centrista Kahol Lavan (Azul y Blanco), aunque puede optar por un tercer candidato.
En las legislativas del martes, Likud obtuvo 31 escaños de los 120 del Parlamento, frente a los 33 de sus rivales de Azul y Blanco.
La ley de este país indica que el presidente no necesariamente tiene que designar al candidato con mayores recomendaciones por parte de los partidos políticos, por lo que la decisión no estará totalmente subordinada a la voluntad de los mismos.
Grantz obtendría el apoyo de su coalición, de la lianza Laborista y Gesher, la Unión Democrática, más el de la Lista conjunta, y probablemente también el de Lieberman, lo que le valdría ganar unos 65 escaños en el parlamento (Kneset).
Por otro lado, Netanyahu solo tiene asegurado el apoyo de su partido y de las formaciones religiosas ultraortodoxas Shas y Judaísmo Unido de la Torá, además de la anuencia de la formación de extrema derecha nacional-religiosa Yamina.
Tras conocer los resultados de los comicios, Netanyahu propuso a Grantz formar un Gobierno de unidad, pero rechazó la oferta al contestar que quería un ejecutivo unitario liderado por él, cuya fuerza fue la más votada.