El incendio en la Amazonia provocó desde la semana pasada un corredor de fuego que se extiende por el Medio Oeste, Sudeste y Sur de Brasil y alcanza a países vecinos como la Argentina, Uruguay, Perú y Bolivia. El área arde con un agravante: la política del presidente Jair Bolsonaro, que insiste en desmantelar las políticas ambientales. La ONG Ninja Ambiental mostró el desastre en una serie de placas.
En Brasil, la extensión de los incendios que padece obligó a algunos estados amazónicos como Amazonas y Acre a declarar situación de emergencia o alerta ambiental debido al efecto que las grandes humaredas tienen sobre las enfermedades respiratorias e incluso el tránsito aéreo.
De hecho, los incendios forestales que padece Brasil en lo que va de año no tienen precedentes desde que en 2013 comenzó a monitorearlos desde el espacio.
Pero el fuego también está siendo noticia en otros países como Bolivia, Paraguay y Perú.
El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño (INPE, por sus siglas en portugués) ha registrado en este 2019 un aumento en los fuegos de alrededor de un 83% en comparación con el mismo período de 2018.