Axel Kicillof obtuvo el 52,53 por ciento de los votos como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires y superó a María Eugenia Vidal por casi 18 puntos, ya que la mandataria provincial obtuvo el 34,67. El nuevo cálculo, que no figura en la página oficial del Ministerio del Interior (pero pudieron ver todos los que consultaron el mapa con los resultados publicado en la web de Página/12), se originó en la aplicación de la ley provincial de las PASO que establece que para el cálculo de los votos bonaerenses se descartan los votos en blanco y los porcentajes se aplican sobre los llamados votos positivos, es decir, los que fueron a favor de algún candidato. La anomalía motivará una nueva presentación del Frente de Todos para reforzar el cuestionamiento a Smartmatic, porque la empresa contratada por el Gobierno no aplicó en el cómputo oficial la ley que correspondía. El Ministerio del Interior alegó anoche que buscaron una forma de que los datos de todo el país fueran homogéneos y comparables entre sí. No parece un argumento razonable, pero desde la cartera que conduce Rogelio Frigerio alegan que así se hizo anteriormente.
Desde el punto de vista político, el nuevo dato exhibe a Kicillof con un porcentaje demoledor, muy por arriba de la mitad de los votos positivos, y una ventaja aún más abrumadora que los 17 puntos computados el domingo. Desde el punto de vista legal no hay mayores diferencias: para ganar la gobernación, en octubre, bastará con ganar por un voto y no parece probable que Vidal remonte la diferencia de 1.569.107 votos que le sacó Kicillof el domingo. Aún si fuera a votar un cinco por ciento más de ciudadanos, apenas se agregarían 467.000 sufragios y, por supuesto, no está dicho que esos votantes se inclinen por Vidal. A esta altura, no se puede descartar tampoco que las diferencias se estiren aún más.
Otra vez Smartmatic
La irregularidad producida por Smartmatic proviene de que aplicó la ley nacional que indica que los porcentajes de cada partido se calculan sobre los votos válidos, categoría que engloba a todos los que emitieron un sufragio legal, lo que incluye el apoyo a candidatos o el voto en blanco. Esto figura así en la ley nacional de las PASO, la número 26.571, y que fue correcto aplicar en las tres categorías nacionales: presidente y vice; diputados nacionales y senadores nacionales.
En cambio, las PASO provinciales, en las que se elige gobernador, legisladores, intendentes, concejales, se rigen por la ley bonaerense, la número 14.086 votada, obviamente, por la Legislatura Bonaerense. Ese texto dice que para calcular lo obtenido por cada partido se calcula el porcentaje sobre el total de votos positivos, categoría que abarca únicamente a los votos de apoyo a cada lista, excluyendo a los votos en blanco, que son válidos pero no positivos.
En el cálculo mal hecho por Smartmatic y que figura en la página oficial, Kicillof sacó el 49,34 y Vidal el 32,56. Son casi 17 puntos de diferencia. Pero los datos son equivocados y no se corresponden con la ley provincial.
El Ministerio del Interior argumentó anoche que «una cosa es la presentación de los resultados que tienen que ser comparables entre sí y otra la cuestión legal. Si se consideraría esta disquisición de la ley bonaerense para tomar en cuenta, o no, los votos en blanco, no se podría comparar la diferencia entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos en una provincia con otra. Debe tomarse el mismo criterio en todos los distritos. De lo contrario, Horacio Rodríguez Larreta no hubiera tenido el 46 por ciento, sino 48 por ciento o 49 por ciento. Yo tengo que poner el mismo criterio para todos», señaló una fuente de la cartera de Frigerio. En verdad Rodríguez Larreta consiguió el 44,7 y con el cálculo bonaerense, que no está previsto en CABA, hubiera llegado a 46,2.
Los argumentos del ministerio no parecen razonables. El escrutinio provisorio es un anticipo del escrutinio definitivo, de manera que debería regirse por la ley que corresponde al distrito en cuestión. O sea, las categorías nacionales, con el cálculo previsto por la ley nacional y las categorías provinciales con los porcentajes surgidos de la aplicación de la ley provincial de cada distrito. De todas maneras, el equipo de Frigerio sostiene que siempre se hizo como el domingo.
Como se sabe, Jorge Landau, apoderado del Frente de Todos, presentó un amparo para que Smartmatic sea excluida del escrutinio provisorio. La jueza María Servini no lo contestó: se limitó a designar tres veedores judiciales. O sea que la resolución está pendiente. Landau le adelantó a este diario que hará una presentación adicional sumando el cuestionamiento a Smartmatic por mala aplicación del cálculo previsto en la ley provincial.
Más allá de esa equivocación, que salió a la luz ayer en el sitio La Política Online, el Frente de Todos considera que el domingo hubo una manipulación: se colgó el sistema y postergaron los resultados de forma intencional. El objetivo fue permitirle al presidente Macri hacer su discurso sin que se supiera que había sufrido una derrota catastrófica. El mandatario mandó a todos a dormir sin que se hubiera difundido un solo dato. Y en eso consistió la maniobra: el gobierno y Smartmatic ocultaron la información adrede.