«Es posible que el futuro gobierno reduzca gradualmente las tarifas, medidas en dólares, a expensas de las compañías eléctricas”, señala un informe de la calificadora Standard and Poor’s (S&P). El documento analiza distintas alternativas de cara a las elecciones presidenciales de octubre –previo las PASO de este domingo– y sostiene que “ante determinados escenarios podrían plantearse cambios en derechos de exportación y en las tarifas de electricidad». Sostiene además que la deuda en moneda extranjera seguirá representando un riesgo para las empresas argentinas que necesiten financiamiento. Respecto a los tarifazos insiste: «vemos un riesgo de caída en las tarifas mucho más alto que en 2014 y 2015, porque ahora son más altas y requieren menos subsidios debido también a la rigidez fiscal que tampoco permite aumentos significativos en el gasto”.
En la cuenta regresiva hacia las PASO se conocen informes de calificadoras que dan cuenta de la frágil situación económica del país, pero sin dejar de ejercer lobby en pos de una política pro mercado y empresa. Hace 15 días se conoció una encuesta de Bloomberg sobre la base de cifras del Fondo Monetario y el Banco Mundial en el que establece que la Argentina lidera el ranking de los países emergentes más vulnerables. En marzo, Gabriel Torres, de Moody’s Investors Service, aseguraba a Iprofesional que “si gana alguien que no sea el gobierno actual, pero que mantiene lo básico, sería un evento positivo”. Entre lo “básico” que pretenden estas consultoras se encuentra proteger las ganancias de las empresas y bancos. El mes pasado Moody’s puso en perspectiva negativa la deuda de Naturgy, Metrogas, Transportadora de Gas del Sur y Camuzzi, frente a la poca viabilidad de seguir aplicando tarifazos en los servicios. En esta línea, más sutil, se encuentra el informe de Standard and Poor`s.
“Se espera que el gobierno actual de (Mauricio) Macri y la próxima administración mantengan en general las actuales políticas fiscales y monetarias que buscan estabilizar los desequilibrios económicos durante los próximos 18 meses”, señala la firma de ratings. Entre las advertencias que lanzó la compañía, bajo el rótulo de análisis, hace hincapié sobre la posibilidad de que bajo ciertos escenarios adversos, “los derechos de exportación podrían volver a aumentar”. El propio Fondo había insistido en que el Gobierno aplique retenciones para mejorar los ingresos fiscales y colaborar en la reducción del déficit en las cuentas públicas. El Gobierno implementó retenciones fijas de 3 pesos por dólar en servicios e industria y 4 para el sector agropecuario.
De todos modos, plantea que cualquier modificación en el esquema de retenciones no afectará las operaciones en Vaca Muerta. “Está en camino a convertirse en la segunda fuente de exportaciones más importante en Argentina para 2024, por lo que consideramos que es altamente probable que la administración que asuma el cargo después de las elecciones continúe respaldando al sector”, asegura el informe.
El informe también adelanta la posibilidad de que se frenen los tarifazos y se lamenta por el impacto en las compañías eléctricas. “Debido a que los aumentos de tarifas son muy impopulares y generalmente aumentan la tasa de inflación, consideramos que, si las condiciones económicas empeorasen, es posible que el futuro gobierno reduzca gradualmente las tarifas, medidas en dólares, a expensas de las compañías eléctricas”, proyectó la calificadora.
El documento asegura que “los riegos cambiarios continuarán siendo un tema a seguir de cerca en los siguientes años, independientemente del resultado de las elecciones”. También se mantendrá la tensión financiera producto de la enorme deuda tomada por el macrismo, debido a que la proporción de moneda extranjera en la composición de sus deudas es alta (se ubica en el 76 por ciento del total). La agencia considera que hasta 2021 el refinanciamiento de la deuda soberana con privados –títulos públicos—puede manejarse sin problemas, aunque el mayor peligro es la deuda directa con el Fondo Monetario Internacional. Es por eso que considera que es el principal riesgo que enfrentan las empresas argentinas (a quien está destinado el informe).
Entre los sectores privados con mayores riesgos crediticios señala a “ingeniería y construcción, así como el de bienes raíces, debido a sus algos niveles de apalancamiento. “Las necesidades de refinanciamiento del sector corporativo son manejables hacia 2024, con vencimientos de bonos internacionales de 1300 millones a 2500 millones de dólares por año. Sin embargo, si la economía se deteriora, 2021 podría traer consigo ciertos desafíos para un grupo de emisores que necesitan refinanciar 2500 millones en deuda”, concluyó S&P.