En una reunión celebrada este miércoles en la Casa Blanca, los representantes de México y Estados Unidos (EE.UU.) no llegaron a un acuerdo sobre el control migratorio y el incremento arancelario del cinco por ciento a productos mexicanos, impuesto por la Administración de Donald Trump.
Aunque el canciller de México, Marcelo Ebrard, estimó el pasado martes una probabilidad del 80 por ciento de negociación con el Gobierno estadounidense, estas se desvanecieron en su primera fase de diálogo.
Los portavoces de EE.UU. son Mike Pence y Mike Pompeo, vicepresidente y secretario de Estado de EE.UU., respectivamente; por su parte, México está representando por su canciller Ebrard, Graciela Marquéz Colin (Secretaria de economía), Víctor Villalobos (Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural) y Jesús Seade (subsecretario para América del Norte).
A pesar de los resultados negativos en la primera reunión, ambas delegaciones seguirán insistiendo en la vía del diálogo, según informó el propio presidente Trump, y este jueves se reanudan las conversaciones.
La crisis diplomática se originó por la medida adoptada por el Gobierno estadounidense de aumentar aranceles bajo el pretexto de la falta de control de las autoridades mexicanas con la inmigración de su país y de Centroamérica.