El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció que al menos 27 menores murieron tras los recientes ataques aéreos ocurridos contra una estación de servicio al suroeste de la ciudad de Taiz.
Según un comunicado publicado el lunes por la directora de Unicef, Henrietta Fore, al principio fallecieron 12 personas, de las cuales siete eran niños con edades comprendidas entre cuatro y 14 años.
Sin embargo, en poco más de diez días de constantes agresiones, la cifra de niños muertos aumentó a 27. «No hay ningún lugar seguro en Yemen», aseveró la funcionaria.
La organización teme que la cifra aumente considerablemente ante la guerra que se vive en esa nación.
Unicef confirmó que, desde marzo de 2015, unos 7.300 niños murieron o fueron heridos de gravedad en Yemen durante los enfrentamientos entre los sectores en conflicto.
Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) reveló que «a principios de este mes, los ataques aéreos en varios barrios de la capital Sanaá, mataron a cinco niños y lesionaron a decenas más».
Asimismo, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instó a las partes a mantener «cautela y moderación» en las acciones que emprenden ante el aumento de las víctimas civiles.