El fiscal Juan Ignacio Bidone, quien busca convertirse en arrepentido en la causa por el espionaje ilegal, acusó a su colega Juan Pablo Curi de demorar «sobremanera» el trámite para definir si lo acepta o no como imputado colaborador en el expediente que encabeza el juez Alejo Ramos Padilla.
El funcionario judicial suspendido ya tuvo dos extensas audiencias en donde, según su defensa, hubo dilaciones innecesarias y se le preguntó al imputado lo mismo en más de una oportunidad.
El abogado defensor de Bidone, Diego Álvarez Bognar, presentó un escrito en el que le recrimina a Curi haber realizado «numerosos y largos cuartos intermedios». Señaló que en las dos jornadas en las que su defendido estuvo en Dolores el fiscal hizo, además, una «extensa espera final previa a la suscripción de las actas».
El abogado consideró que «se ha venido dilatando sobremanera e innecesariamente la resolución a la que debe arribar» y le reclamó a Curi que tome una decisión sin convocar a una nueva audiencia, entendiendo que Bidone ya aportó los elementos necesarios para tal fin.
En duros términos, Álvarez Bognar señaló que la espera a la que está siendo sometido su cliente «me hace acordar a La Odisea y a su personaje Penélope».
Al mismo tiempo ratificó que Bidone «tiene la férrea voluntad de colaborar en todo cuanto esté a su alcance».
Hasta el momento Curi no facilitó los trámites para que los involucrados en la causa puedan colaborar. De hecho puso trabas para que el ex espía detenido Rolando Barreiro pueda arrepentirse y nunca habilitó una audiencia para tal fin alegando que no está relevado del «secreto» por parte del Poder Ejecutivo; que la competencia en la causa aún no está resuelta y que aún no se pudo relevar toda la prueba. El juez Ramos Padilla le respondió en duros términos a través de un escrito y le dijo que sus argumentos no resistían «ni el más mínimo test de racionalidad».
El fiscal Curi se mostró desde el principio del expediente alineado con la postura de su par en rebeldía Carlos Stornelli y del propio Marcelo D´Alessio, al intentar empujar la causa a los tribunales de Comodoro Py y sacarla del juzgado de Dolores. La competencia aún no está resuelta y se espera al respecto la definición de la Cámara Federal de Mar Del Plata.
En el caso de Bidone, Curi no tuvo margen y debió aceptar darle las audiencias para avanzar con el trámite. «Creo que por la presión mediática no tuvo opción», dijo alguien cercano al expediente. Pero «daría la sensación de que está intentando estirar los tiempos hasta que se defina la competencia, con la esperanza de que el expediente termine en Comodoro Py», señalaron las mismas fuentes.
Hasta el momento se desconoce el contenido de lo que sucedió en las dos audiencias, sin embargo este diario pudo saber que el fiscal no se mostró muy dócil para aceptarlo a Bidone como arrepentido. De todas maneras, si no es aceptado, Bidone está dispuesto a hablar «y contar todo» ante el juez, que aún no lo indagó. La ley del arrepentido establece que primero debe establecerse el acuerdo con el fiscal para luego ser homologado por el juez.