Elecciones provinciales 2019, un “game of thrones” por la gobernación.
Por:
Johana Gómez.
Referente provincial del PTS / Frente de Izquierda.
Este año, hay elecciones locales en las que el principal cargo a elegir es nada menos que el de la gobernación de la provincia. Luego de 36 años – desde la vuelta de la democracia en 1983 – otra vez y como siempre, los hermanos Rodríguez Saá volverán a ser candidatos por el ejecutivo provincial. Pero, esta vez, no irán en la misma fórmula ni en la misma lista sino en frentes electorales distintos, compitiendo entre sí, por primera vez.
Desde que se conoció la noticia, mucho se está hablando en los medios de comunicación puntanos sobre esta “pelea” política entre Adolfo y Alberto. Algunos dicen que se trata de una disputa real mientras que otros afirman que se trata de una pantomima. Lo cierto es que, a la hora de analizar la cuestión, hay que tener en cuenta no sólo el escenario político – electoral provincial sino también el nacional, más allá de lo que declaren o hagan los protagonistas de aquél “conflicto familiar”.
En este sentido, la “contienda” entre los hermanos Rodríguez Saá puede tener varios fundamentos y objetivos, interdependientes entre sí.
En primer lugar, siendo poco probable, puede tratarse de una disputa acerca de quién o quiénes los sucederán en un futuro no muy lejano, tanto en la administración de la provincia como en el Partido Justicialista / peronismo local, teniendo en cuenta que sus hijos políticos, Claudio Poggi y Gastón Hissa, no están más en sus filas.
En segundo lugar, puede tratarse de una táctica electoral tendiente a polarizar la elección gubernamental entre ellos dos, restándole votos a Poggi, y dejándolo en el tercer puesto de la carrera hacia la gobernación.
Por último, puede tener bastante injerencia el hecho de que ambos hermanos no se hayan puesto de acuerdo sobre quién debería ocupar el sillón de la presidencia de la nación, una vez concluidas las elecciones nacionales de este año. Mientras que Adolfo Rodríguez Saá apoyaría a un candidato presidencial que provenga del peronismo tradicional no kirchnerista ni cristinista, Alberto Rodríguez Saá apoyaría la posible candidatura presidencial de Cristina Kirchner.
Sea cual fuere la causa de la “distancia” entre Adolfo y Alberto, lo real es que esta es circunstancial, vale decir, que en cualquier momento, de acuerdo a la coyuntura político – electoral provincial y nacional, y en base a la situación económica nacional, los hermanos no tendrán reparos en olvidar sus “diferencias”, volviéndose a unir en algún proyecto político que se proponga mantener el poder económico y el poder político, bajo el manto del empresariado y los sectores más ricos de la provincia y del país.
Una clara muestra de ello es que, al igual que en otras provincias, el ejecutivo provincial (en manos de Alberto Rodríguez Saá) decretó el adelantamiento de las elecciones provinciales, con el visto bueno de todo el justicialismo y el peronismo puntano, entre quienes se cuenta a Adolfo Rodríguez Saá que, en este caso, prefirió guardarse las “supuestas divergencias” con su hermano, el gobernador.

Claudio Poggi, el candidato del ajuste macrista para la gobernación.

Por su parte, Claudio Poggi comenzó la carrera hacia el sillón de la Casa de Gobierno con el manifiesto apoyo del gobierno nacional de Mauricio Macri e intentando sumar “opositores” a sus filas con el objetivo de contrarrestar la dura derrota que sufrió en las elecciones nacionales legislativas del 2017, en las que los hermanos Rodríguez Saá le dieron vuelta los veinte puntos a favor que tenía para ganar la elección de senadores nacionales por San Luis.
Uno de los que se estaría sumando al espacio poggista / macrista es el actual intendente de la capital puntana, Enrique Ponce, quien – en lo que va de su carrera política – ha cambiado más veces de colores que los propios camaleones. Ahora, se muestra interesado en ser el candidato a vice-gobernador de Poggi, en un claro intento de no perder protagonismo político y quedar en el olvido.
La posible fórmula gubernamental entre ambos, llevando de furgón de cola a la UCR y otros tantos arribistas y oportunistas, lleva el sello indiscutible del macrismo con sus políticas de despidos y tarifazos, con sus medidas neoliberales como la reforma (estafa) jubilatoria, y con la lógica constante de ajustar en educación, salud, vivienda y trabajo, mientras los empresarios y los sectores más acaudalados se enriquecen cada vez más, mientras se paga la deuda externa fraudulenta, y mientras se mantiene la millonaria fuga de capitales.
Un “game of thrones” electoral.
Las elecciones provinciales de este año, al estar en juego el trono de la gobernación provincial y los tronos de algunas intendencias importantes (como la de la Ciudad de San Luis) reflejan que cada espacio político hará lo que sea necesario para salir victorioso, ganando el juego electoral.
Aún está por verse si la “separación” política entre los hermanos Rodríguez Saá se concreta realmente y se inscribe en la Justicia Electoral provincial, aún está por verse quiénes acompañarán a Adolfo, Alberto y Poggi como sus candidatos a vice-gobernador, aún está por verse qué otras alianzas se van a tejer de cara a esta carrera electoral, y aún está por verse qué referentes nacionales se la van a jugar por los diferentes candidatos a gobernador de San Luis.
En lo que hace a la izquierda, el Partido de Trabajadores por el Socialismo (PTS) integrante a nivel nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) ha optado por no participar de la contienda electoral provincial, dándole prioridad a su construcción política de base en cada lugar de trabajo y estudio de San Luis, y a la vez, otorgándole preferencia al escenario electoral nacional que tendrá su puntapié inicial en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del mes de agosto.