La Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso que se elimine el cannabis del listado más restrictivo de la convención sobre drogas vigente desde 1961, según difundió el organismo. El cannabis, así como el aceite que se extrae, integran la lista IV del Tratado de la Convención Única sobre Estupefacientes.
Para la OMS, mantener el cannabis «en ese nivel de control restringiría gravemente el acceso y la investigación sobre posibles terapias derivadas de la planta». La organización recordó que en ese listado figuran «sustancias dañinas y con beneficios médicos limitados». En la actualidad, hay un amplio debate sobre la legalización del cannabis, tanto a nivel medicinal como recreativo.
A fines de enero, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, había enviado una carta al secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, en la que instó a que los 53 países que integran la comisión de estupefacientes traten la propuesta en marzo. En ese encuentro, países como Rusia y China podrían oponerse; mientras que Canadá y Uruguay, que impulsaron la legalización, acompañarían la propuesta. Aun si se aprobara la modificación, eso no implica que cambie la normativa de cada país a favor de la legalización.
Hoy se estima que la inclusión de la marihuana en el listado, hace más de medio siglo, obedeció a la falta de evidencia científica, que ha permitido el acceso medicinal para paliar enfermedades. Se calcula que el 7 por ciento de los adultos europeos consumieron cannabis el último año y que el comercio global involucra a 192 millones de personas. Las políticas restrictivas se flexibilizaron en los últimos años y eso posibilitó que incluso en Estados Unidos haya estados que permitan el consumo medicinal y el auge de una industria legal cannabica que mueve millones.