La localidad colombiana de Mapiripán fue el escenario de una nueva masacre, que dejó seis víctimas en una finca este lunes. La información fue confirmada por el comandante de la Séptima Brigada del Ejército de Colombia, general Jairo Alejandro Fuentes Sandoval y repudiada por defensores de derechos humanos
De acuerdo con el reporte oficial, la masacre fue perpetrada alrededor de las 17:00 (hora local) en esta zona rural.
Los cadáveres de estas personas fueron encontrados en una vivienda abandonada, en una posición que pudiese determinar que fueron fusilados.
Asimismo, los miembros de los cuerpos de seguridad se dirigieron a la zona entre las veredas de San Luis y La Realidad para iniciar la investigación y el levantamiento de los cuerpos.
Las autoridades colombianas manejan dos hipótesis con respecto a la naturaleza de esta masacre: la primera señala que los crímenes están vinculados a conflictos con narcotraficantes mientras que la segunda versión apunta a la delincuencia común.
Para Mario Romero, director de la Consultora para los Derechos Humanos y Desplazamiento (Codhes), consultado en una entrevista exclusiva para TeleSUR, Colombia está sumergida en una crisis humanitaria a pesar de los acuerdos de paz, lo que mantiene en vigencia estos delitos.
Asimismo, detalló que el Gobierno de esa nación ha fallado en la protección a los líderes sociales colombianos, sobre todo los indígenas y afrodescendientes.