Por Mauricio Posa
La semana pasada el Diputado Provincial Alejandro Cacace presentó un proyecto para revocar la licencia que tenía otorgada el actual ministro de gobierno, justicia y culto Eduardo Mones Ruiz como legislador.
Con fundamentos dotados de moralidad y ética, Cacace consiguió que en conjunto con los diputados adolfistas se apruebe el proyecto y se lleve a cabo.
Mones Ruiz, quien le responde al gobernador, goza de su licencia desde hace tres años, casualmente ahora, en el auge de la pelea entre albertistas y adolfistas se la revocan.
Ahora bien, ¿qué hay detrás de toda esta jugada? Es necesario aclarar que al tener otorgada la licencia, Mones Ruiz no tenía voz ni voto en el recinto, por lo tanto era un diputado menos para el oficialismo, al revocarle la licencia y al renunciar a su banca, lo reemplaza Emma del Castello, quien le responde a Adolfo.
En conclusión, El proyecto de Cacace hizo que Adolfo Rodríguez Saá sume una banca más en la Cámara de Diputados de la Provincia, sin contar a la diputada Mónica Domínguez del Pro que recientemente se sumó a las filas del mismo.
Y después el mismo Cacace utiliza los medios para decir que los funcionales a los Saá es el Comité Presidente Raúl Alfonsín, espero que la sociedad tenga memoria.